Envuelta en la polémica, la app disruptiva se expande y llega a la tercera ciudad española, tras Barcelona y Madrid. Los hace con unos precios que hacen competencia desleal al taxi, con precios inferiores a los diez euros por trayectos interurbanos.
Las voces discordantes del sector no se han hecho esperar. El sector exige a la administración “agilidad” para frenar la aplicación. Por su parte, el presidente de la Federación Sindical del Taxi, Fernando del Molino, pide calma a los compañeros, indicando que “hay que esperar a ver si prosperan las negociaciones con la Generalitat” para frenar "este transporte fraudulento que no cumple con la normativa". No descartó nuevas movilizaciones del sector si estas no son suficientes.
“Necesario un marco legal”
La Consejera de Infraestructuras, Territorio y Medioambiente, Isabel Bonig, aseguró que "la iniciativa está bien", pero es necesario "un marco legal que respete las normativas y permita competir en igualdad" con el taxi. Por ello, aclaró que vigilará “mucho” la actividad a la espera de que sea regulada por el Gobierno.