Toda historia tiene un comienzo y también un final. Y el final de la Confederación del Taxi de España puede estar cerca, muy cerca, tras casi cuatro décadas de historia defendiendo al sector a nivel nacional. Un punto y final que nadie hubiera querido poner pero que si nada lo remedia podría producirse en tres meses, plazo máximo para que la organización presente concurso de acreedores al no poder hacer frente a una devolución de casi medio millón de euros a la administración pública.
Este pago de más de 480.000 euros es consecuencia directa de una estafa de grandes dimensiones por parte de un empresario sin escrúpulos, José Luis Aneri, que no sólo ha afectado a la Confederación y que está a punto de llevarla a la desaparición total.
Que la Confederación ha sido víctima de una estafa es algo innegable, pero la Gaceta del Taxi ha tenido acceso a cuatro contabilidades diferentes, que se corresponden con los ejercicios de 2009, 2010, 2011 y 2012, que pondrían en entredicho la gestión del ex presidente, José Artemio Ardura, y del ex tesorero, Luis Fernando Díaz, durante estos años y que revelarían lo que las fuentes consultadas por este medio han calificado textualmente como un “auténtico saqueo” a la entidad.
En dichas contabilidades, que reflejan los balances de los años antes referidos, hay variaciones en algunos asientos contables. De este modo, las cantidades de pérdidas y ganancias no coinciden de un documento a otro a pesar de tratarse de balances que fueron aprobados por los socios al cierre del año contable y que, según fuentes especialistas en temas financieros consultadas por este medio, no pueden modificarse sin volver a someterse a votación.
El primer documento al que hemos tenido acceso correspondería al informe cuatrienal de las cuentas que fue presentado en el IX Congreso de la CTE celebrado en Candas los días 24 y 25 de abril de 2013. Un documento que, según hemos podido saber por fuentes de toda solvencia, no fue facilitado a ningún miembro de la entidad y de la que se realizó una breve lectura, pero que este medio sí ha podido consultar, tal y como demuestran las pruebas gráficas que ilustran el reportaje.
Un año después, tras conocerse los primeros datos del ‘caso Aneri’, se solicita una primera inspección contable. El documento entregado, también consultado por La Gaceta del Taxi, presenta una contabilidad reformada con respecto al anterior informe y comienzan a detectarse las primeras irregularidades. Entre los datos que sorprenden, la compra de un ordenador Apple sin permiso de la ejecutiva, o la compra de una tablet de esta misma marca con cargo a la CTE.
También se detectan anomalías en el uso de la tarjeta de crédito, una visa que sólo puede utilizar el presidente, según nos confirman varias fuentes, para costes de representación pero que, sin embargo, se ha empleado con otros fines tales como la compra de productos electrónicos o el acceso a páginas de contactos (Friends Finder).
Este último apunte ha sido negado por el ex presidente Ardura, quien acusa al ex tesorero Luis Fernando Díaz de haber utilizado su tarjeta sin su autorización.
En mayo de 2014, el informe sobre la situación de las cuentas de la CTE vuelve a ser diferente a los dos anteriores y en él se detectan nuevos datos. Facturas de joyería, billetes de avión sin justificar, cargos de visa y numerosa facturación “confusa” del Centro de Formación y de la Federación Asturiana del Taxi a la CTE.
Facturas de 6.000 euros a la CTE por parte del Centro de Formación del Taxi por publicidad en su página web, que no está operativa, o 19.000 euros en fotocopias son otras de las irregularidades que se han detectado en estas cuentas son algunos de los datos que pueden consultarse en la última contabilidad presentada, una “última reconstrucción” que destaca notables irregularidades.
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