Entrevista Miguel Ruano, FAAT

Tras varios años de espera y numerosos retrasos, el sector de Andalucía tendrá su primer Reglamento del taxi. La obligatoriedad de la explotación directa de las licencias, que prohíbe el arriendo de licencias en caso de viudedad o jubilación es, sin duda, uno de los aspectos más importantes entre los 72 artículos que componen el documento. Para Miguel Ruano, presidente de la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi, FAAT, este es un texto “muy consensuado” y “necesario” para acabar con algunas situaciones que se habían vuelto dramáticas.

 

Aunque la negociación comenzó en diciembre de 2009, las conversaciones han estado paralizadas durante un largo periodo de tiempo. Ahora, sin embargo la Junta de Andalucía ha anunciado que el Reglamento del Taxi entrará en vigor antes del mes de marzo. La reglamentación por la que se regía el taxi en toda la comunidad autónoma hasta la entrada en vigor del nuevo Reglamento estaba contenida en el Reglamento Nacional de los Servicios Urbanos e Interurbanos de Transporte en Automóviles Ligeros, fechado en 1979. Una normativa obsoleta, especialmente desde que se que aprobara la ley 2/2003, de Ordenación de los Transportes de Andalucía.

 

Ahora, con este nuevo documento, el taxi se adapta por fin a los nuevos tiempos y se tratará de solucionar la problemática que actualmente pueda afectar al sector del taxi.

 

Entre las cuestiones que contendrán los 72 artículos y las cinco disposiciones adicionales transitorias previstas en el texto acordado, el nuevo reglamento prevé la creación del Consejo Andaluz del Taxi, como órgano consultivo y de estudio en materia de servicios de taxi.De esta manera, las corporaciones locales deben adaptar sus ordenanzas en materia de transporte urbano de viajeros a lo previsto en el Reglamento en el plazo de 15 meses a contar desde su entrada en vigor.

 

Sin embargo, ante la dejadez, o como señala el propio presidente de la FAAT, Miguel Ruano, “lentitud” a la hora de valorar el nuevo Reglamento, la Federación había llegado a anunciar  movilizaciones para el 3 de febrero que, tras haber recibido la confirmación oficial por parte de Obras Públicas de la tramitación de la nueva normativa, fueron suspendidas finalmente.

 

Según explica Ruano, ha sido la propia consejera de Obras Públicas y Vivienda, Josefina Cruz Villalón, quien les ha confirmado que Reglamento podría aprobarse en el Consejo de Gobierno del 21 de febrero, por lo que se cumpliría el compromiso de la Junta de tenerlo para antes de las elecciones autonómicas del 25 de marzo.

 

 “Ha costado mucho estar aquí”, afirma Ruano, que señala que el sector venía demandando un “compromiso político” de que efectivamente se estaban cumpliendo los plazos y de que antes de marzo tendríamos la nueva normativa.

 

Para el taxi andaluz, este primer Reglamento era muy esperado, especialmente “por algunas ciudades que necesitan mejor regulación”. 

 

G.T.- ¿Por qué cree que el Reglamento ha tardado tantos años en ver finalmente la luz?

 

M.R.- Creo que el retraso no ha sido por falta de ganas, sino más bien por la lentitud en la burocracia. Ha tenido que pasar por muchas manos y muchas mesas y se han retrasado mucho las gestiones a nivel político, su paso por consejos y parlamento, y eso nos ha traído hasta aquí.

 

G.T.- Como presidente de la FAAT, ¿cómo valoraría este nuevo documento que regulará la actividad del taxi?

 

M.R.- Este reglamento es muy esperado por el colectivo y por algunas ciudades que necesitan mejor regulación. Desde el taxi, estamos muy satisfechos con el resultado, porque es un Reglamento muy consensuado por el sector. Además, ha sido revisado y cuestionado por diferentes colectivos, no sólo por los profesionales del taxi, también sindicatos, asociaciones de consumidores, asociaciones de personas con discapacidad…

 

Aunque es verdad que el texto recoge aspectos polémicos, a nuestro juicio, era necesario someterlos a una regulación, como es la situación de las licencias en caso de fallecimiento o jubilación de su titular. Aún así, creemos que no es un documento drástico, que hay plazos razonables para que todos cumplan la norma.

 

G.T.- A su juicio, ¿cuáles serían los aspectos más relevantes de dicho documento?

 

M.R.- Como he mencionado antes, algunas ciudades necesitaban que saliera una normativa que regulara y mejorara una situación que, en el caso de Málaga, era exagerado. Me refiero al caso de las licencias explotadas por viudas y jubilados. Y esta es una cuestión, la exigencia de que jubilados y viudas exploten directamente la licencia que fija el reglamento por primera vez. Por lo tanto, queda prohibido el arriendo o cesión de la licencia y el vehículo del taxi.

 

Pero, como ya he dicho, este es un Reglamento con plazos razonados. Por ello, las viudas que no estén explotando la licencia directamente tienen cuatro años para regularizarse, ya que la norma obliga a explotarla directamente. Los jubilados que hagan lo mismo sin estar dados de alta en la Seguridad Social tienen 15 meses de plazo para darse de alta o transferir la licencia.

 

Por otro lado, consideramos un logro muy importante reconocer las deudas que los clientes adquieren con los profesionales. Es decir, cuando un cliente no abona los servicios, que el taxista pueda denunciarlo.

 

En cuanto a las áreas de prestación conjunta, hemos establecido que los municipios que quieran integrarse aporten algo, y creemos que debe estudiarse detenidamente cada caso.

 

Por otro lado, sobre los vehículos de 5 y 7 plazas, hay diferentes maneras de ver este tema,  aunque tenemos claro que es importante dotarnos de las mismas armas que las VTCs para poder competir con ellas en igualdad de condiciones.

 

Además, el Reglamento obliga a taxímetro en todos los municipios de más de 10.000 habitantes, así como identificación, por lo que tendrán que llevar no sólo placa de SP, sino también el módulo luminoso y el escudo.

 

PUEDES LEER LA ENTREVISTA COMPLETA EN NUESTRO NÚMERO DE FEBRERO