“Esta es una primera batalla ganada, pero la guerra no sabremos cuándo terminará”, explica a nuestra revista Felipe Rodríguez, presidente de AMT (Asociación Madrileña del Taxi). El 9 de diciembre, a las 13.30 horas, el Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Madrid ordenaba el cese y prohibición en todo el territorio nacional de la aplicación Uber. La justicia estimaba las medidas cautelares propuestas por la Asociación Madrileña del Taxi el pasado mes de octubre, paso previo a la demanda contra la empresa estadounidense que la asociación ya ha anunciado que interpondrá en las próximas semanas.
Esta cantidad, solicitada por el juzgado “para responder de los daños y perjuicios que puedan ocasionarse” ha sido desembolsada por los miembros de la Junta Directiva a título personal. “Somos una asociación pequeña y con pocos recursos y estamos hablando de una batalla larga”, explicó el presidente de AMT quien desveló que desde que se inició el proceso contra Uber en el mes de octubre ya han pagado más de 7.000 euros. “Esta es una primera batalla ganada, pero la guerra no sabremos cuándo terminará”, matizó Rodríguez Baeza.
Desde la publicación de la resolución el pasado 9 de diciembre, Uber tiene un plazo 20 días para demostrar ante el juez que cumplen con la ley. Sólo en ese caso serán levantadas las medidas cautelares. Sin embargo AMT ya ha anunciado que está dispuesta a continuar con el proceso judicial hasta el final. “Vamos a seguir adelante con el procedimiento”, aseguró a nuestro medio el presidente de AMT, una contienda que se prevé larga y económicamente muy costosa. Por este motivo, y ante el ofrecimiento de asociaciones y particulares a aportar dinero para la causa, la Asociación ha abierto una cuenta bancaria destinada a financiar esta ofensiva judicial contra Uber.
“Son muchos los compañeros que han llamado para felicitarnos y para decirnos cómo podían contribuir”, explicó Rodríguez Baeza, quien ha querido agradecer las llamadas de felicitación y los mensajes de ánimo que están recibiendo desde todo el sector.
Satisfecho por la victoria lograda por su asociación, “el mérito lo tienen AMT y sus socios, pero todo el sector tiene que estar de enhorabuena”, espera que “nadie se ponga medallas cuando no se las merece”. Además, cree que “habría que darle un tirón de orejas a las nacionales porque esto se les propuso a estas asociaciones, que dijeron que no era este el camino, porque decían que si salía mal iba a ser publicidad para Uber”.
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