Cuando las bombas del 11M estallaron en Atocha, hace hoy 12 años, los taxistas de Madrid no dudaron en convertirse en ambulancias improvisadas, trasladando a los heridos a hospitales. Tampoco dejaron de colaborar cuando, durante los días siguientes, ofrecieron gratuitamente sus taxis para trasladar a los familiares a sus casa, hospitales o cualquier lugar que lo necesitasen.
Fueron 200 taxistas voluntarios, pero podrían haber sido más, quienes ofrecieron sus taxis gratuitamente día y noche. En las lunas delanteras de sus vehículos se podía leer "Servicio gratuito para los familiares de las víctimas del atentado”. Una iniciativa que fue respaldada por todas las asociaciones del sector y que mostró el lado más solidario del taxi de la capital ante una de las peores tragedias vividas.
Una ayuda inmediata que mostró “lo mejor de Madrid” en palabras del entonces alcalde, Alberto Ruíz Gallardón quien también reconoció que durante esas horas y esos días, el taxi madrileño fue más que un transporte gratuito, “fuisteis un transporte cómplice, de ayuda y de compañía”.