Cinco días llevan sin trabajar los taxis de Milán en protesta por Uber. No es la única ciudad en la que los profesionales se han manifestado en contra de este sistema. Taxistas de Londres, París y Bruselas también han salido a las calles y en España no se descartan movilizaciones si la administración no pone medidas a su entrada en el sector del transporte.
En Milán, Alfonso Faccioli, uno de los líderes de la protesta convocada, aseguró que Uber es competencia desleal para los profesionales, que desembolsan 160.000 euros por una licencia. Los conductores “peleamos por nuestra fuente de trabajo”, afirmó.
En Londres, asociaciones de taxistas se quejan de que los conductores de Uber puedan calcular sus tarifas con la aplicación, a pesar de que es ilegal que vehículos privados lleven taxímetros. El secretario general de la Asociación, Steve McNamara, consideró que la norma que permite a vehículos privados prestar estos servicios es “dañina para los londinenses”.
En Bruselas, una denuncia dio lugar a que la Justicia estableciera 10.000 euros de multa para los conductores Uber que recogieran clientes sin las licencias pertinentes. En el caso de Francia, el Gobierno aprobó una ley especial obligando a esperar 15 minutos antes de recoger al viajero. El Tribunal Supremo tumbó la ley por anticompetitiva, y ahora el Gobierno trata de impedir el uso del GPS.