Transports of London, TfL, la empresa pública que gestiona las licencia de taxis londinenses, ha solicitado al Tribunal Supremo que se pronuncie sobre la legalidad de Uber y si esta aplicación choca con la “ley de taxímetros”.
De acuerdo con la normativa, sólo los taxis pueden llevar taxímetro para medir tiempo y distancia y calcular así unas tarifas. Sobre este tema, Leon Daniels, director general de TfL ha explicado que “la ley no es clara”, razón por la que solicitan a la Corte una resolución vinculante. “Es el enfoque más sensato”, aseguró Daniels, quien insiste en que las medidas tomadas son “provisionales”.
Se refiere a la decisión de Transports of London de no reconocer como taxímetro los sistemas GPS de los teléfonos móviles que son utilizados por los conductores de estos vehículos de alquiler para establecer sus tarifas.
Además, tras haber consultado los registros y el modelo de negocio de Uber, la administración cree que la empresa no está incumpliendo ninguno de los requisitos necesarios para ejercer su actividad. Aún así, TfL sigue preocupado por algunos aspectos técnicos del modelo operativo de Uber que ya está trabajando con la empresa.