Miles de taxistas madrileños, 5.000 según los organizadores, unos 3.000 según otras fuentes, se han manifestado esta mañana en contra del papel que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Madrid sobre el sector del taxi en general, y sobre algunas empresas de vehículos de alquiler con conductor en particular.
Con 25 taxis en cabecera, uno de ellos de A Coruña, que ha decidido sumarse a esta protesta para apoyar a sus compañeros madrileños, miles de taxistas han recorrido los 750 metros que separan las plazas de Colón y Cibeles en una marcha que ha transcurrido con tranquilidad y sin incidentes. La manifestación ha comenzado pasadas las 11 de la mañana y ha terminado en la Plaza de Cibeles, frente al Ayuntamiento, donde los dirigentes de las cuatro asociaciones convocantes, Gremial, Federación Profesional, AMT y Élite Madrid, han agradecido la participación de todos los taxistas y han anunciado nuevas protestas y paros frente a otros organismos.
La marcha la abría una gran pancarta en la que se podía leer: "Que Madrid apueste por el servicio público del taxi". Al frente de ese lema portando el mensaje se encuentraban los dirigentes del taxi de asociaciones, cooperativas y radiotaxis. En otras pancartas secundarias podían leerse otros lemas con referencias directas a las VTC y sus supuestas ventajas o al arriendo y subarriendo.
Negativa del Ayuntamiento
A pesar de que la intención de los representantes del taxi era reunirse con la alcaldesa Manuela Carmena, desde el Ayuntamiento han decidido no recibir a los dirigentes del taxi. En su lugar, han metido por registro su manifiiesto.
En este documento, las asociaciones apuestan por mantener la regulación del sector al considerar que ha sido precisamente la desregulación lo que les ha llevado a una situación de crisis. Además, quieren una estructura del taxi basada en los trabajadores autónomos, que se ha mostrado durante décadas como un modo sostenible para mantener este servicio. También apuestan las organizaciones por el mantenimiento de las tarifas reguladas y se muestran contrarios a que el taxista pueda cobrar lo que quiera en según qué momento.
Además, los profesionales del taxi de la capital dejan claro que lucharán para que no se pierdan los derechos de los trabajadores del sector, para que no sean sometidos a jornadas extenuantes y carezcan de futuro y coberturas. Por último, los taxistas insisten en que “no vale todo para que un servicio sea más barato”, sobre todo cuando ese menor precio consiste en “la elusión fiscal”.