A corto plazo, podría elevarse la velocidad máxima a 130 kilómetros/hora en algunos tramos de autovías y autopistas españolas que hayan registrado una siniestralidad histórica baja y cuando las condiciones climatológicas o del tráfico lo permitan.
El anteproyecto de la Ley de Trafico, del 25 de febrero, también espera acabar con el límite de 100 km/h en carreteras convencionales con una anchura de plataforma igual o superior a 6,5 metros y rebajarlo a 90 km/h. En el caso de que exista marca longitudinal de separación entre sentidos el límite será de 70 km/h y en las que no esté pintada esa marca, 50 km/h.
En la ciudad también habrá cambios en las velocidades máximas permitidas. Así, en calles de un solo carril y sentido único de circulación o con un carril por sentido de circulación el límite quedará fijado en 30 km/h para “pacificar el tráfico urbano”, frente a los 50 km/h actuales. Esta cifra se reduciría a 20 km/h en vías urbanas con plataforma única de calzada y acera.
Siguiendo con las reformas, el borrador sugiera que se prohiban los detectores de radares instalados en los vehículos.
Los niños y su traslado también tienen cabida en la nueva Ley de Tráfico. Se prohibirá circular con menores de edad de estatura igual o inferior a 135 centímetros como ocupantes de asientos delanteros. Deberán ir en la parte trasera del vehículo y si son menores de cuatro años tendrá que utilizar sistemas de retención de los grupos 0, 0+ y viajarán en contrasentido de la marcha, si el dispositivo así lo prevé.
Otro punto que se contempla en la nueva Ley es que el cinturón sea obligatorio para sectores que antes estaban exentos, como el taxi, distribuidores de mercancías y conductores y pasajeros de los vehículos en servicio de urgencia.