Tras ser formalmente notificados del auto judicial que obliga a Uber a dejar de dar servicio en nuestro país, la empresa informa de que cesa temporalmente su actividad “en respeto a la ley”. Durante el tiempo de suspensión, la empresa ha anunciado que apelará esta decisión de la justicia y evaluará nuevas opciones para ofrecer a los usuarios “acceso a viajes seguros y cómodos”.
El pasado 26 de diciembre el Juzgado de lo Mercantil número 2 daba un paso más tras la cautelarísima del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de primeros de mes como consecuencia de la petición de medidasd cautelares realizada por la Asociación Madrileña del Taxi en el mes de octubre.
De acuerdo con el texto de la orden de lo Mercantil, se obligaba a suspender de la transmisión, el alojamiento de datos, acceso a redes de comunicación y a la prestación de cualquier servicio de intermediación en relación a esta compañía. Desde entonces, el acceso a su web era prácticamente imposible y tampoco se podía solicitar vehículos a través de sus aplicaciones, salvo aquellos que conseguían burlar las restricciones habilitadas.
Mientras que para las asociaciones del taxi esta empresa y su aplicación son un claro ejemplo de competencia desleal, que incumple las normativas sobre transporte de viajeros locales y nacionales, la empresa insiste en que su oferta se enmarca dentro del “consumo colaborativo”.
Por ello esperan trabajar conjuntamente con los políticos para desarrollar “el nuevo y necesario marco regulatorio para crear un espacio justo para Uber y la economía colaborativa”. En su opinión “proteger a los incumbentes de otros competidores — como la actual regulación del taxi en España — restringe las oportunidades económicas de los conductores, limita las opciones del consumidor y bloquea la innovación”. Hasta entonces el taxi continuará su pelea en los tribunales para defender un sector centenario.