“No hemos podido evitar la desaparición de la CTE”

 

A falta de recibir el auto judicial de liquidación, Gabriel Moragues, presidente de la Confederación del Taxi de España, CTE, confirma a este medio que la desaparición de la organización nacional es un hecho “al 99,9%”. La razón primordial es que durante este último año y medio la CTE no ha podido hacer frente a una deuda con la administración por ayudas en cursos de formación supuestamente no realizados, que comenzó casi con medio millón de euros y que ahora, el propio Moragues reconoce que asciende a 630.000 euros.

 

 

Moragues lamenta sinceramente “no haber podido evitar la desaparición de la CTE” a pesar de haber intentado en los últimos 18 meses la deuda con pagos fraccionados. “Se nos pedía entonces una cantidad muy grande que no teníamos y los nuevos responsables de las asociaciones, evidentemente, no estaban por la labor de poner dinero por una situación que ha sido heredada”.  

 

 

Precisamente son estos nuevos dirigentes, incorporados en los últimos dos años, quienes más tranquilos están, al no tener ninguna responsabilidad sobre la decisiones tomadas por el ex presidente José Artemio Ardura. “Ellos no pudieron estar nunca a favor de ninguna decisión”. 

No fueron los únicos, en opinión de Moragues. “Algunos de los que sí estábamos en la ejecutiva en aquel momento tampoco estuvimos de acuerdo ni aprobamos ciertas decisiones. Es más, tanto nosotros- Federación Balear- como la Federación del Taxi de Canarias hemos colaborado en todo momento con la justicia, encargándonos de la investigación interna de las cuentas”, puntualiza también. 

 

 

 

“La deuda inicial era muy grande y se tornó más grande por la lentitud en iniciar el concurso de acreedores”, ha explicado el presidente. “El propio auditor nos comunicó, cuando comenzamos la auditoría interna, que la CTE estaba en concurso de acreedores, pero no fue admitido ni por la ejecutiva ni por los servicios jurídicos. Si lo hubiéramos hecho entonces, habríamos evitado los intereses de demora y que llegan a los 630.000 euros antes mencionados”, ha aclarado el presidente.

 

 

 

Un futuro en el aire

 

Con la inminente desaparición de la Confederación se pone punto y final a más de tres décadas de historia en el taxi. La solución pasa, según nos ha explicado el propio Moragues, por varias opciones que, adelanta, tendrán que estudiar en la ejecutiva.

 

 

Crear una nueva organización desde cero o rescatar una asociación nacional ya existente pero en “standby” (en espera) son dos posibilidades que permitirían a las federaciones adheridas a la CTE continuar su labor sin perder su identidad. En este caso, ha comentado, esperan que tanto Unalt como Fedetaxi respeten a la nueva organización como sucesora natural de la Confederación dentro del Comité Nacional de Transporte. “Creemos que sería lo lógico, pero es adelantar mucho sin haber llegado a ese punto”. 

 

 

Tampoco se descarta, aunque Moragues reconoce que es la posibilidad más difícil, la integración en alguna de las otras asociaciones nacionales, UNALT y Fedetaxi. “Es algo que hay que estudiar, pero es complicado, porque en algunos aspectos somos totalmente opuestos desde un punto de vista ideológico. También puede ser que algunas asociaciones decidan irse y otras quedarse. Es difícil y habrá que hablarlo y estudiarlo”. En lo que piensa trabajar el dirigente de la CTE es en mantener ciertas ideas fundamentales de la Confederación sin que se diluyan en otras organizaciones, en caso de acabar cerrándose el proceso en una integración.