Un taxista madrileño está siendo juzgado estos días por presuntamente haber violado a una clienta en agosto de 2010. El acusado mantiene que la relación fue consentida, mientras que la fiscalía asegura que se aprovechó de su estado de embriaguez para abusar de ella.
La Fiscalía de Madrid solicita para el procesado, de nacionalidad colombiana, un total de siete años de cárcel por el citado delito. Además, pide que indemnice a la afectada con 6.000 euros y que se le prohíba acercarse a ella a menos de 500 metros.
En su declaración ante el juez, el imputado ha relatado que, sobre las 7.00 horas del 15 de agosto de 2010 en la calle Raimundo Fernández Villaverde, la mujer, que estaba normal aunque olía a alcohol, tomó el taxi situándose en el asiento del copiloto. Asegura que la mujer le dijo que no tenía dinero y que él aceptó a llevarla a Atocha para que tomara el metro. Durante el camino, según la versión del acusado, la víctima le habría propuso mantener una relación sexual, a lo que éste accedió.
La joven por el contrario ha narrado que el día de los hechos ella se encontraba en la calle llorando y el taxista se le acercó para preguntarla qué le pasaba. Tras ello, se ofreció a llevarla a su casa. Según su versión, se durmió como consecuencia del alto consumo de bebidas alcohólicas y que al despertar el acusado estaba encima de ella con la bragueta bajada.