Por Antonio Olmo, taxista
El pasado día 21 de Abril, estábamos convocados todos y cada uno de los taxistas de la ciudad de Madrid a una Asamblea abierta al sector en la cual todas las organizaciones estuvieran representadas de alguna manera, ya que esta se fue anunciando durante mucho tiempo atrás en radios y redes sociales. No era poca la ilusión que muchos compañeros tenían puesta en ella, ya que sería un antes y un después de las relaciones entre asociaciones, ya que nos mueve un interés común, nuestra inversión, nuestros puestos de trabajo, y cómo vamos a luchar, con los retos que se nos plantean diariamente.
Pues bien, llegado el día de la Asamblea, y con la Junta Directiva de la Federación Profesional del taxi de Madrid subida en el estrado, sin ningún representante de otras asociaciones que encabezara dicha encomienda, empezaron a sucederse las intervenciones de los asistentes, la mayoría de ellos pidiendo unidad de todo el sector y cada cual aportando lo que cree que se debería de hacer. No fueron pocas las ideas y el número de intervinientes, pero claro, faltaban muchos compañeros de otras asociaciones, con puntos de vista diferentes, que nos hubieran llevado a la unión, ya que convergemos en la palabra TAXI.
¿Por qué no se prepararon reuniones antes de la Asamblea, con todas las partes, para buscar puntos de anclaje, los cuales servirían en un futuro para marcar la linea a seguir y afrontar esta situación que tiene proporciones incalculables?
Son muchas las preguntas que nos vienen a la cabeza y no es hora de echar la culpa a nadie, ya que en la calle trabajamos diariamente todos. Seguimos padeciendo los mismos males y los oportunistas siempre han existido. Con esto se pone de manifiesto nuestras debilidades, la manera de afrontarlo y las soluciones.
¿Por qué siempre se está hablando de las debilidades y nunca se habla de las fortalezas del sector? ¿Acaso nuestros dirigentes se nutren de ellas para seguir en un cargo, o no son capaces de aprovechar lo bien que prestamos el servicio y potenciarlo, en lugar de mirar hacia nuestra competencia y señalarles con el dedo para que todos nuestros potenciales clientes los acaben conociendo?
Como dice un refrán, agua pasada no mueve molino. Estas son las conclusiones sacadas de la Asamblea abierta. Cada Asociación haciendo la guerra por su parte, en diferentes frentes y sin coordinación. Durante las Guerras Mundiales los diferentes países tuvieron que ponerse de acuerdo para luchar contra el enemigo común, porque era la única manera de poder vencerle. Hoy en día ya está todo inventado y la lógica tiene que imponerse, a diferentes posicionamientos, para que el sector del Taxi de Madrid pueda ver el agua moviendo molinos.