Las energías alternativas llegan al taxi
Los taxis híbridos, eléctricos totales, GLP, GNV, e incluso los biodiesel, se están introduciendo cada vez con más fuerza en el paisaje de las ciudades españolas, reinventando un sector que hasta hace poco disponía únicamente de una flota movida por combustibles tradicionales. Sin duda, la situación está cambiando y los profesionales están comprobando de primera mano las ventajas añadidas de estas energías ecológicas. Al hecho demostrable de que supone una menor contaminación, tanto acústica como medioambiental, la adquisición de un taxi de estas características supone una inversión a largo plazo dado el actual precio del combustible.
Año tras año las innovaciones relacionadas con las diferentes opciones de combustión son más que evidentes. Sin ir más lejos, hace unas semanas Repsol Autogas (que posee el 80% del mercado de GLP) anunciaba una intensificación de la apertura de puntos de suministro de gas para el automóvil a partir de 2012 con 100 estaciones de servicio al año. Al cierre de esta revista, la cifra de estaciones de la multinacional que suministraban este combustible alternativo era de 72, por lo que la situación, aunque avanza lentamente, parece que se desarrolla de manera constante. El GLP en el taxi también ha supuesto importantes avances. Recientemente se han firmado varios acuerdos entre en el sector, la administración y las empresas suministradoras. En Madrid las dos asociaciones más representativas del taxi suscribían un acuerdo mediante el que se les descontarían a los taxistas un porcentaje de cada litro repostado. En Palma, en Baleares, el Ayuntamiento anunciaba antes del verano que se sumaría al plan de transformar de forma totalmente gratuita las primeras 20 unidades de taxis para su funcionamiento con gas licuado del petróleo.
Flotas “menos contaminantes”
El gran salto de los híbridos movidos con GLP también ha llegado indudablemente al mundo profesional del taxi. La Asociación Gremial de Granada cerraba en el mes de julio unas negociaciones de su emisora con la empresa Ferrosite para convertir la flota granadina de taxis híbridos “en la menos contaminante de España”. El proyecto, tal como afirma Ferrosite, hará del taxi “un automóvil respetuoso con el medio ambiente mediante una adaptación logrando consumir Gas en lugar de Gasolina”. En la capital vallisoletana se presentaba a mediados del mes de mayo el primer taxi que había sido transformado para ser movido únicamente con GLP y energía eléctrica. La modificación, que ha tenido un coste de 1.600 euros, “se compensará con un consumo reducido y bajo coste de este combustible”, aclaraba el presidente de la cooperativa, Roberto Merino.
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