“Para afrontar los retos se necesitan recursos humanos y económicos”

Según la RAE, una sociedad cooperativa se constituye entre productores, vendedores o consumidores, para la utilidad común de los socios. La del taxi de Madrid, SCAT, lleva más de 75 años ofreciendo servicio a los taxistas y, desde mayo de 2023, tiene nuevo presidente,  Leonardo Movilla.

Uno de sus retos es, sin duda, mantener la buena salud de la entidad, tras dos años complicados por la pandemia, así como seguir trabajando para que los nuevos taxistas sepan los beneficios que conlleva ser cooperativistas. “No hay que ser de Cooperativa por sentimiento, como quien es del Atlético de Madrid, sino porque económicamente tenemos beneficios para los socios”. 

Con él hablamos también de la labor de Cooperativa a la hora de autorizar vehículos mediante el procedimiento de libre elección y sobre el futuro de la movilidad. 

Gaceta del Taxi.- Lleva desde 2012 en el Consejo Rector, ¿cómo es este reto al que se enfrenta? 

Leonardo Movilla.- Ahora hay una nueva persona en la presidencia, pero he estado al frente de la sección de taxímetros, de la gestoría, todo lo que ha tenido que ver con el cambio de gas, negociando las concesiones, y ahora estoy en la presidencia. Y me acompañan consejeros con mucha experiencia también, que conocen perfectamente el funcionamiento de la entidad. Creo que el equipo que conformó Carlos en los últimos años ha supuesto una clara renovación que funciona, donde cada uno está en un ámbito. 

Porque con las complejidades de la Cooperativa, las tres primeras partes del mandato las pasas aprendiendo cómo funciona. Y luego está la parte que tú puedes aportar a la cooperativa y también lo que realmente se puede hacer. 

G.T.- En la última Asamblea se presentó un ejercicio positivo tras dos años muy difíciles, ¿cómo les han afectado todas las crisis de los últimos tiempos?

L.M.- Cuando uno está al frente de un sitio cada año presenta un balance y una memoria. Y este último hemos presentado un ejercicio en positivo después de dos años muy difíciles, que solo los Consejeros sabemos lo complicado que fue pasar de una cifra de negocio de 23 millones de euros a 17 millones de euros. El impacto del COVD fue muy grande pero la gestión que hemos realizado nos ha permitido remontar. 

También la crisis de los componentes nos ha afectado, pasamos de vender taxímetros que teníamos en palés a apuntar los pedidos en una lista e ir vendiendo según nos llegaran. Y también en los repuestos se ha notado, porque no solo te faltan esos repuestos y tardan en llegar, sino que cuando vienen, vienen con sorpresa, porque se ha aplicado un incremento en el precio.  

GT.-Si hay un problema que ha afectado al taxi ha sido la falta de vehículos. Con la posibilidad de libre elección se suponía que sería más fácil para el profesional conseguir vehículo pero, como intermediarios de esta actividad, ¿es realmente la solución? 

L.M.- Nos ha tocado parchear algo que quedó redactado de forma muy compleja en 2017, cuando el ayuntamiento modificó la Ordenanza después de que durante años las asociaciones le pidieran un procedimiento de libre elección. Pero lo hizo de forma tan compleja que la realidad es que la libre elección no existe, porque se sigue necesitando un documento del fabricante que certifique que en ese modelo se puede instalar legalmente un taxímetro. 

En 2018 se empieza a trabajar en la modificación de la ITC 3709/2006 que determinaba que solo el fabricante podía hacer esa instalación, y desde Cooperativa preparamos unas alegaciones que, al no ser entidad representativa, trasladamos a las asociaciones que como colectivo afectado por la norma podían presentarlas. Y son estas asociaciones, Federación Profesional del Taxi, Élite y AMT, quienes presentan dichas alegaciones para intentar eliminar esa traba. 

Cuando sale la nueva norma ICT 155/2020, que regula todos los aparatos de medidas legales, incluidos los taxímetros, su instalación se considera una reforma, por lo que hay que tener en cuenta lo que dice el manual de reformas de vehículos. Sin embargo, este en su última edición no considera reforma “la instalación de taxímetros y sus elementos asociados cuando existan instrucciones de montaje elaboradas por el fabricante del vehículo y la instalación se corresponda con dichas instrucciones”. En este supuesto se anotarán mediante diligencia los datos del taxímetro. Además, establece que las instrucciones de montaje elaboradas por el fabricante del vehículo, deben recoger todos los elementos del vehículo que es necesario desmontar para realizar la instalación entre la toma de señal taquimétrica. 

A lo largo del manual, en el apartado 8.20, se especifica también que “en el caso de instalación de taxímetros, el fabricante del vehículo deberá suministrar el punto de toma de señal taquimétrica en documento particularizado”. ¿Cómo interpretamos ese deberá? ¿Como un imperativo, que es lo que es para mí o que para legalizarlo será necesario este papel? Como nosotros no queremos forzar esta situación, lo que pretendemos es que cuando se vuelva a actualizar este manual de reforma de vehículos, trabajaremos para ver de dónde sale este requerimiento y tratar de modificarlo. Porque hay fabricantes que no nos lo han puesto nada fácil y que se han negado a ello. Y otros, con los que hemos trabajado por primera vez, que nos han ayudado.

En todo esto, nuestra labor es la de intermediación, y solo ganamos con la instalación de manguera y la venta de taxímetro. Es decir, este es un servicio al socio que se financia con una cuota de mantenimiento anual que abarca muchas cosas. Y precisamente de esto hablé durante la última asamblea, porque creo que hay muchos socios, y no es un reproche, que no conocen a qué se destina ese importe. 

Y gracias a esas cuotas hemos podido ampliar la plantilla para poder hacer todos los informes que se necesitan para esta labor, para estudiar la norma, contar con asesoramiento jurídico. Para afrontar estos retos, se necesitan recursos humanos y también económicos. 

Si nosotros no nos hubiésemos a modificar la norma, no estaríamos así, igual que otras muchas cosas que hacemos para los socios y que se financian con la cuota anual que pagan como cooperativistas. 

GT.- ¿Cree que los nuevos taxistas conocen el significado del cooperativismo? 

L.M.- Como comenté a Carlos en la asamblea, con él se iba uno de los últimos mohicanos, de los pioneros, de quienes conformaron un taxi que se nutría de lo que se llamó la España vaciada. Aquí había una organización regional que ponía a esos taxistas que venían de toda España en contacto unos con otros. Hoy, con un móvil en la mano se consigue cualquier cosa, siempre y cuando no se salga de una normalidad. Porque, eso es así, cuando hay un problema o se quiere algo más ahí es cuando se acuerdan de nosotros. Lo normal es que no haya problemas, pero aquí estamos para mucho más. 

En el último año hemos puesto en marcha facilidades para que los titulares de licencia puedan montar taxímetro y capilla de la forma más sencilla: aquí se paga a cuatro o cinco años sin intereses. Desembolsan el IVA y se divide en cómodos plazos. 

También con los equipos de GLP. Tenemos acuerdos para montar equipos por menos de 1.000 euros, cuando los precios de mercado están en torno a 1.500 euros. 

G.T.- ¿Qué puede hacer Cooperativa para animar a los taxistas a asociarse?

L.M.- Tenemos argumentos para decirle a cualquier titular que no va a ser de cooperativa cuando surja el problema, que también., ni por sentimiento, como quien es del Atlético de Madrid, sino porque económicamente tenemos beneficios para los socios. 

¿Qué pasa? Que el que accede a una licencia, si es alguien de Madrid accede al taxi como el que accede a cualquier profesional, de manera individual, sin estar relacionado o vinculado. Además nuestra profesión no invita a relacionarnos unos con otros y nos vemos como competencia. Pero sí hay colectivos que, igual que hace 40 años, llegaban al taxi por referencias, sí vienen integrados y sí se asocian a a estas entidades como sucedía aquí con esos emigrantes de las zonas rurales. Ellos lo tienen claro. 

El reto eléctrico 

G.T.- ¿Cree que los cambios en la movilidad benefician al taxista? 

L.M.- En Madrid, debido a las limitaciones a la circulación de vehículos, a la hora de aparcar, el precio combustible, el precio de los nuevos vehículos, todo eso ha provocado,   una desafección por parte del madrileño hacia el vehículo privado. Lo que toca es ser capaces de captar a ese nuevo cliente que nos trae la nueva movilidad.

G.T.- ¿Y qué opina de la movilidad eléctrica? 

L.M.- Habría que tener una bola de cristal para ver hacia dónde va el futuro realmente. En el corto plazo o medio plazo, entendemos que los vehículos híbridos van a acompañarnos mucho tiempo. Creemos que en el futuro de la movilidad van a convivir eléctricos, hidrógeno, híbridos…No creemos que vaya a haber una tecnología que sustituya a las demás. 

 Pero veo muy difícil que haya eléctricos para todos, ¿por qué?  Porque es imposible tener baterías para todos. Y de todas las opciones disponibles,  el taxi tendrá que optar por un vehículo que tenga autonomía suficiente, buena capacidad de carga.. 

G.T.- ¿Y cómo se prepara Cooperativa para ello?

L.M.- Hemos hecho algunas intentonas de vender electricidad, poner puntos de carga, pero para poner un punto de carga de oportunidad, para los que se necesitan supercargadores, se requiere una gran cantidad de potencia instantánea. 

Además, hay que pasar de que la luz sea un suministro a una mercadería. No será fácil mientras no se abarate la luz ni tampoco haya una mayor flota de eléctricos. Hay mucha incertidumbre en ese aspecto. No podemos adelantarnos, porque no sabemos todavía cómo será el futuro. Lo que está claro es que ahora mismo no podemos tener a 11.500 taxis con otras energía sufragando el coste de la luz para apenas 500 coches eléctricos.