“Si el cliente y el taxista están satisfechos, el servicio es perfecto”

presidente coca autacor

El pasado mes de marzo, José Antonio Coca accedió a la presidencia de la Asociación Provincial de Trabajadores Autónomos del Taxi de Córdoba (Autacor), sustituyendo a Miguel Ruano, quien llevaba casi dos décadas en la representación del taxi cordobés. En la Asamblea celebrada el 19 de marzo se renovó definitivamente la nueva junta directiva que afronta ahora los nuevos retos del taxi cordobés.

Dar mayor seguridad al taxista en todos los términos es uno de los principales objetivos marcados por el equipo liderado por Coca. Además, con la modificación de la ordenanza en marcha, esperan que medidas como el precio cerrado o el taxi compartido terminen de impulsar definitivamente el taxi.

Gaceta del Taxi.- ¿Qué balance pueden hacer de estos primeros meses al frente de la asociación de taxistas de Córdoba?

José Antonio Coca.- La nuestra es una asociación profesional que en el día a día es algo bastante grande. Estamos cogiéndole el hilo y adaptándonos a la nueva situación. La experiencia lo que permite es afrontar mejor los problemas y estamos cogiéndole el pulso del día a día poco a poco.

G.T.- ¿Cuántas personas conforman la junta directiva de la asociación?

J.A.C.- La junta directiva está compuesta por nueve personas. Dentro de ese grupo de personas hay cuatro cargos ejecutivos (secretario, tesorero, gerente y presidente). Esas personas son las que estamos en la oficina día a día.

G.T.- Cuando hacía referencia a lo importante que es la experiencia para este tipo de cargos, hay que resaltar que su antecesor, Miguel Ruano, estuvo muchos años al frente de la organización. Después de tantos años trabajando de una forma, imagino que ciertos aspectos cambiarán con vuestra llegada.

J.A.C.- Ya lo he comentado más de una vez, el hecho de presentarme a presidente va un poco motivado por querer hacer cosas y cambiar algunas otras. Hay muchas cosas que se estaban haciendo bien y ahí lo único que tenemos que hacer es mantenerlas. Pero si entendemos que hay que cambiar en la metodología y se irá haciendo de forma progresiva según veamos las posibilidades. Pero lo que me motivó a esta candidatura es aportar cosas nuevas.

G.T.- ¿Cuál es su historia dentro del taxi y como le dio por lanzarse a esta aventura de dirigir la asociación?

J.A.C.- Cuando yo nací el taxi ya estaba en mi casa. Mi padre compró la licencia de taxi en 1976 y trabajó de taxista. Luego tuvo una enfermedad por la que se vio obligado a dejar de trabajar y se puso mi madre. Mi madre ha sido la que en los últimos 28 años ha estado trabajando en el taxi hasta que ya se jubiló. En mi caso, entré en 2015 de asalariado con ella y poco a poco fui metiéndome más de lleno hasta que vi que este era mi sitio y que me quería quedar en el sector. Fue en ese momento cuando empecé a interesarme más, ver qué se podía hacer o no para mejorar, hasta que he llegado a la presidencia de Autacor.

G.T.- A nivel personal, ¿le gusta estar al mando de la organización?

J.A.C.- Diría que sí. Tiene sus ventajas y sus inconvenientes, como todo en la vida. El que es presidente de Autacor, o de cualquier asociación, es presidente las 24 horas los 365 días del año, por lo que hay una preocupación que es constante y siempre debes estar al pie del cañón. Como parte positiva es bueno saber que estás haciendo cosas por ti, por los compañeros, y por la gente. Gusta que haya ciertos momentos de reconocimiento al trabajo que uno hace.

G.T.- ¿Cuál diría que es el principal problema, o la cosa que sea más urgente de solucionar, en el taxi de Córdoba?

J.A.C.- El taxi de Córdoba, en lo que se refiere a problemas como tal, tiene los mismos que los de otras ciudades. Como taxistas estamos supeditados a una serie de normas y reglas que, coordinados con los ayuntamientos, debemos asegurar que el servicio se da con garantías de seguridad, profesionalidad, accesibilidad y con el objetivo de que el cliente no se vea perjudicado por un excesivo coste. Pero el taxista tampoco debe verse perjudicado de tal forma que no saque una rentabilidad suficiente. Creo que buscar ese equilibrio es el reto que tiene el taxi de Córdoba, y de toda España.

Como problemáticas principales, existen problemas con respecto al tráfico, con la compra de vehículos, el problema de los seguros, etc. Son problemas ligados directamente con la propia actividad, pero el taxi de Córdoba no tiene problemas muy diferentes del resto, pero sí que forman parte del día a día.

G.T.- El taxi se encuentra ahora mismo sentando las bases para modificar su Ordenanza.

J.A.C.- Se cambió el Reglamento del Taxi en 2021 y eso implica que todas las ordenanzas del taxi de Andalucía se deben modificar para adaptarse a ese texto. La mayoría de los cambios se deben a aspectos judiciales que, o no estaban bien o se deben aclarar. Ahora estamos trabajando con el Ayuntamiento en ese proceso de alegaciones.

Más seguridad para los taxistas

G.T.- ¿Cuál es ese aspecto que consideran desde el taxi que debe introducirse o modificarse para mejorar al sector?

J.A.C.- Una de las prioridades que estaba pidiendo el sector es la posibilidad de establecer un precio cerrado y el taxi compartido. Sin embargo, desde nuestro punto de vista, quizás hay otro tema igual de importante que es la seguridad jurídica a la hora de prestar nosotros el servicio. A los taxistas nos imponen una serie de obligaciones para poder prestar servicio de taxi, ya que el transporte está intervenido. Debemos cumplir unas condiciones, pero pedimos también al Ayuntamiento que nos garantice que, con respecto a los usuarios, éstos cumplan también con unas determinadas obligaciones para garantizar los derechos de los taxistas. Por lo tanto, no solo queremos el taxi compartido o el precio cerrado, también reclamamos que se mejore la seguridad jurídica con respecto al usuario a la hora de prestar nuestro servicio.

G.T.- En la mayoría de las ciudades donde se ha implantado el precio cerrado, parece que funciona bien y que usuario lo agradece.

J.A.C.- A fin de cuentas, es tan sencillo como que la persona sepa lo que le va a costar y se acaba con la incertidumbre. Si se le da al usuario la certeza de que un viaje del punto A al punto B le va a costar tanto, va a impulsar a que se decida a utilizar el servicio. Pero vuelvo a lo que hablaba de la seguridad, si el taxista asume el coste tecnológico de dar más seguridad al usuario, el profesional debe tener la seguridad jurídica de que esa persona va a pagar el servicio. Si ambas partes están satisfechas el servicio de taxi funciona muy bien.

G.T.- Con respecto a los vehículos de transporte con conductor (VTC). ¿Cuál es la situación? ¿Han desembarcado plataformas que operan con este tipo de vehículos?

J.A.C.- En Córdoba hay VTC, pero no trabajan con plataformas. Hoy en día las plataformas no prestan servicio aquí. Estuvieron en su tiempo, pero cuando llegó la pandemia, como no les era rentable porque no había tanto trabajo, se marcharon. Nosotros los taxistas no tenemos esa opción, no podemos quitarnos de en medio y debemos estar siempre. No sé si vendrán o no vendrán de nuevo, pero el servicio de taxi es muy bueno. La gente que viene de fuera, al hacer valoraciones del turismo, el taxi de Córdoba sale muy bien parado.

G.T.- ¿En qué situación está el taxi adaptado a personas con movilidad reducida en Córdoba?

J.A.C.- Ahora mismo se cumple el 5% que establece la norma. El problema es que costear un coche de estas características para este tipo de servicios en la inmensa mayoría de veces resulta perjudicial para el taxista con respecto a otro tipo de vehículos no adaptados. Ese déficit no puede ser asumido por los taxistas y son las administraciones las que deben asumir esas responsabilidades. En Córdoba se ha aprobado una subvención para la adquisición de coche adaptado y los taxis que prestan esos servicios no entran dentro del calendario de descanso, para darles ventajas y que pueda ser más rentable.

G.T.- Pero no se está produciendo una reducción en el volumen de este tipo de vehículos como está ocurriendo en otras zonas.

J.A.C- No. Por ejemplo, ahora este año han entrado dos nuevos taxis adaptados, pero se jubilaban otro dos. Las últimas licencias que se dieron en Córdoba hace ya unos años se concedieron con la condición de que debían ser taxis adaptados. El porcentaje del 5% no es el problema, el problema en sí es el poder prestar el servicio. Ahí la administración tiene que ayudar, pero teniendo claro que esa ayuda no va para el taxista, sino para la persona que necesita ese servicio y no tiene alternativas. Pero no es cuestión de subvencionar al taxista, tienen que subvencionar a esas personas para que puedan moverse con total libertad como cualquier otra.

G.T.- Por último, y centrándonos en la asociación, Autacor sigue al pie del cañón con la Federación Andaluza del Taxi, ¿verdad?

J.A.C.- Seguimos y vamos a seguir ahí. La diferencia a cuando estaba Miguel Ruano es que él era el presidente. Ahora ese cargo lo ocupa David Capelo, pero tenemos que estar todos juntos e ir todos a una. Esto no va de nombres, va del taxi de Andalucía, de ir todos juntos en buscar lo mejor para nosotros, eso se traducirá en encontrar lo mejor para el cliente.