El mal endémico del eurotaxi por España
El servicio de taxi adaptado a personas con movilidad reducida no pasa por el mejor momento en nuestro país. La calidad del eurotaxi se está viendo resentida y el problema no parece encontrarse en el número de vehículos, ya que desde 2017 las administraciones están obligadas a adaptar como mínimo un 5% de la flota para cumplir con el mandato de la normativa europea, sino en el volumen de servicios que efectivamente estos vehículos prestan.
En el número del mes pasado de La Gaceta del Taxi pudimos conocer a través de una entrevista realizada a Andrés Veiga, presidente de Radio Teléfono Taxi Madrid, cómo estaba la situación del servicio de taxi adaptado en la capital. Ahora, en este reportaje, y tras hablar con representantes del sector de distintos puntos de la geografía española, se ha podido corroborar que la mayoría de los problemas de este tipo de servicios no son exclusivos de Madrid.
La falta de ayudas, la poca rentabilidad de estos vehículos por sus elevados costes, o la falta de oferta en el mercado automovilístico son los principales problemas que se encuentran los taxistas que quieren prestar este tipo de servicios adaptados. Es cierto que algunas administraciones, con el objetivo de animar a los profesionales, incentivan con mejores regímenes de descanso para que los taxistas puedan rentabilizar el taxi accesible, pero esas medidas se están demostrando insuficientes. Las personas con problemas de movilidad cada vez tienen más difícil trasladarse en un taxi adaptado y eso genera un importante malestar entre los representantes del sector, que sostienen que el colectivo no puede permitirse dejar a estos usuarios “abandonados”.
Agrupar las licencias adaptadas
En Catalunya, Luis Berbel, presidente del Sindicat del Taxi de Catalunya (STAC) sostiene que con respecto al eurotaxi hay dos realidades en la región. “A nivel general, en la mayoría de las localidades de fuera del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) se cumple con la ratio del 5% y se cubren las exigencias de la normativa europea”, explica. “Incluso hay ayuntamientos que quieren ampliar el número de licencias”.
Pero la preocupación está dentro del AMB, donde según el representante de los taxistas “no se cumple el 5%, con únicamente 357 licencias de taxi adaptado”. Para Berbel, el problema principal es el hecho de que las licencias de taxi accesible “están esparcidas en distintas emisoras que hace que el servicio en general sea menos eficaz”. “Hemos apostado porque las licencias adaptadas estén en una emisora propia, e incluso, yendo más allá, lo ideal sería que todos los taxis estuvieran adaptados”, indica Berbel.
“El problema que tenemos es que son vehículos grandes, que no hay oferta de estos coches con energías alternativas y las administraciones no toman medidas”, explica el presidente del STAC que apunta a que las administraciones “no reaccionan ante un problema social que tienen que solucionar”. “Cada vez hay más personas mayores que necesitan de estos vehículos y en Catalunya faltan ayudas y la administración nos dice que es lo que hay”, lamenta el portavoz catalán.
Los elevados costes que tiene un taxi adaptado es la principal barrera para los profesionales no solo en Catalunya. También en Sevilla, según explica David Capelo, presidente de la Unión Sevillana del Taxi (USST), tienen un importante hándicap los taxistas a la hora de instalar un eurotaxi. “Los altos costes hacen que no sea atractivo para los taxistas y a la hora de renovar, optan por un híbrido o eléctrico. No se está prestando el servicio como se debería y la administración tiene mucho que decir”, sostiene Capelo.
En Sevilla, que cuenta actualmente con 150 eurotaxis, el Ayuntamiento subvenciona parte de la adquisición del vehículo adaptado y la adaptación de la rampa. “La ayuda puede llegar incluso a los 14.000 euros, pero el día a día hace poco atractivo el servicio”, explica Capelo. “Necesitamos un tipo de bonotaxi que para el profesional haga que sea más atractivo el servicio, porque muchas veces no les sale rentable, y eso provoca que si, por ejemplo, se le estropea la rampa, no haga ni el esfuerzo de arreglarla porque no encuentran ningún incentivo y utilizan el taxi para ir al aeropuerto, por ejemplo”.
Polémica con los regímenes especiales
El presidente de la USST concluye que se está generando un importante problema “desatendiendo un servicio que el taxi debe cubrir de forma responsable porque para eso somos servicio público esencial”. El problema en la capital andaluza no es de números, ya que se rebasa el 5% mínimo exigido, y, además, tal y como explica Capelo, para dejar el eurotaxi debe haber un compañero dispuesto a trabajar con una licencia adaptada. “Están secuestrados por el sistema de algún modo, pero cuentan con algunas excepciones en el régimen de descanso y pueden contratar un segundo conductor”. Y ahí viene el problema que se repite en muchas ciudades, que esos taxistas no prestan servicios a personas con movilidad reducida y aprovechan esa ventaja dada por la administración con otro fin, creando un agravio comparativo con el resto de compañeros.
Ese problema también se da en Valencia, donde se permite a quien tenga una licencia adaptada trabajar los fines de semana completos. “Ha habido una polémica grandísima y pedimos que se quitase esa excepción que les permite trabajar más que el resto, e incluso hemos presentado una denuncia”, explica Fernando del Molino, presidente de la Federación Sindical. “Para trabajar los fines de semana”, afirma, “les obligaban a ponerse en una radioemisora y que hubiera un control para que dieran prioridad a los servicios adaptados. Pero nadie ha controlado eso”, lamenta el representante de los taxistas.
La solución para Del Molino pasa por la subvención. “Si no se subvenciona el servicio, el taxista no encuentra incentivos”. “En la Comunitat Valenciana, en las zonas rurales y los municipios pequeños creo que está garantizado el servicio de taxi adaptado, pero por ejemplo en Valencia y Alicante tenemos muchos problemas para conseguir taxis accesibles”.
En Valencia, explica el portavoz valenciano, la Ley del Taxi permitía a los titulares que tenían más de una licencia, mantener hasta tres licencias siempre y cuando adaptasen un vehículo. De esa forma, asegura Del Molino, “se han conseguido hasta 80 licencias adaptadas”. Pero el problema no se ha solucionado. “Tiene que haber ayudas porque nadie quiere que una persona con discapacidad pague más que una persona que no la tiene. No queremos que haya esa diferenciación. El taxista debería recibir unos incentivos asumidos por la administración”, indica. “Hemos conseguido una partida de 200.000 euros para toda la región, pero es algo irrisorio y las asociaciones hemos debatido que se debe pedir ayuda por un lado para la adaptación y por otro lado para subvencionar el servicio”.
Subvención del servicio
El punto de subvencionar el servicio es algo en lo que coinciden la mayoría de los taxistas que participan en este reportaje. Para Borja Musons, presidente de la Federación Vasca, es mucho más importante ayudar en el día a día del taxista que dar una subvención de entrada. “Es más importante subvencionar el servicio que el coche. Una persona si recibe una ayuda de entrada ya no tiene que hacer ningún esfuerzo. En cambio, si conseguimos que aquel que tiene un vehículo adaptado preste servicios adaptados y esos son subvencionados, estamos favoreciendo a que se realicen estos traslados”.
“Nos encontramos con muchos taxis adaptados en el País Vasco que una vez reciben las ayudas no prestan servicio de eurotaxi. En cambio, si por cada traslado adaptado se da un plus, se incentiva al taxista”, defiende el representante vasco, que insiste en restar importancia el número de taxis adaptados para centrarse en que se hagan servicios adaptados.
Además, el precio de los combustibles y la escasez de oferta también está limitando y haciendo mella sobre la flota de eurotaxis en el País Vasco. “No hay oferta. Todos los coches que nos ofrecen son Diesel y están muy capados por tema de emisiones. Hay compañeros, además, que aseguran que en cuanto renueven no vuelven a poner un eurotaxi porque son vehículos muy pesados, que generan muchos problemas y están casi más tiempo en el taller que en marcha”, indica Musons.
Por estos motivos, para el presidente de la Federación Vasca no hay alternativas, hay muchos problemas y defiende que una de las acciones más oportunas es dar una ayuda al servicio. “Esto va a incentivar al taxista a la hora de renovar el vehículo, porque le va a interesar. Debemos entender eso. Estamos cumpliendo la ratio del 5% pero hay vehículos adaptados que no prestan servicio a personas con movilidad reducida”.
Acciones desde la administración
Para intentar acabar con este problema del mal servicio de eurotaxi, en Málaga, el Ayuntamiento ha sacado un borrador de modificación de la Ordenanza Municipal donde quiere introducir medidas para mejorarlo. Miguel Ángel Martín, presidente de la Asociación Unificada Malagueña de Autónomos del Taxi (AUMAT), asegura que el servicio de taxi adaptado “no se está cubriendo” en la capital de la Costa del Sol.
Desde AUMAT, junto a las asociaciones representativas del taxi, en contacto con la representación de las personas con problemas de movilidad, han demandado al Ayuntamiento que se tomen acciones para mejorar el servicio. Esas medidas están destinadas a la ampliación del número de taxis adaptados, las condiciones en las que se presta el servicio, formación de los conductores con cursos específicos, etc. “También pensamos en la subvención para la adaptación y la opción del bonotaxi para que se subvenciones servicios para este tipo de personas. En Málaga no se hace y sería una buena medida por parte del Ayuntamiento”, asegura Martín.
“La intención del Consistorio es aumentar el número de taxias adaptados, y parece ser que de una vez por todas se quiere dar un servicio que llevamos demandando años. Se contempla en ese borrador la opción de dar un régimen de descanso o que las entidades locales puedan obligar a que estos vehículos estén en las emisoras y queden obligados a ofrecer un número determinado de servicios”, explica el presidente de Aumat.
Si en Málaga quieren por fin poner medidas para mejorar el servicio del eurotaxi, donde sí parece que han tomado la decisión de acabar con el mal servicio es en Castilla-La Mancha. Así lo asegura Manuel Garcia Naharro, presidente de la Federación Regional del Taxi de Castilla-La Mancha, que indica que “en los últimos años ha mejorado bastante en cuando al número de licencias”.
La función pública del taxi
“Hicimos un trabajo bastante intenso con todas las administraciones. También ofrecimos información al resto de taxistas sobre este servicio que estaba bastante abandonado. Sobrepasamos ampliamente el 5% desde 2018 y en la actualidad el 9-10% de la flota está adaptada (120 eurotaxis por 1.150 licencias totales)”, indica el representante de los taxistas manchegos.
“El taxista también se ha concienciado de que había que dar este servicio y su actitud ha cambiado. Las administraciones también empezaron a dar ayudas, pero hay que reconocer que sigue habiendo muchos ayuntamientos que no ayudan para adaptar los vehículos”, explica Naharro, que reconoce que el esfuerzo que deben hacer estos profesionales “es muy grande”.
“Las administraciones deben ser conscientes de que esto no es una ayuda al taxista, es una ayuda a los ciudadanos con movilidad reducida”, recalca el presidente de los taxistas manchegos, que explica que con las subvenciones no van destinadas a enriquecer a los taxistas, sino a mantener y mejorar las condiciones del servicio adaptado que muchas personas necesitan. Somos un servicio público, pero no podemos echar todo sobre la espalda del taxista. No estamos para perder dinero”, deja claro Naharro.
Para Naharro todo esto se debe a una falta de previsión por parte de las administraciones. En Castilla-La Mancha, además, hay una circunstancia clave en el sector del taxi y es la importancia del transporte escolar. Por eso, y para incentivar que los profesionales adapten sus vehículos, se puntúa mejor en las licitaciones a este tipo de transporte a los vehículos adaptados.
En cualquier caso, sí que explica el portavoz de los taxistas que hay una provincia, la de Ciudad Real, que lleva desde 2017 apostando por el eurotaxi, donde cada año ha sacado una subvención fija y viene adaptando entre cuatro y siete taxis al año. “Ciudad Real es la provincia con más taxis adaptados en C-LM y es de agradecer”, explica Naharro, que anuncia además que este año la Junta de Comunidades dará una ayuda directa también a los taxistas para hacer accesibles sus vehículos.