¿Qué debemos saber del COVID-19?

Seguramente todos conozcamos en mayor o menor medida el nuevo virus que está afectando gravemente nuestra forma de vida. Pero por si aún quedan algunas dudas, esperemos que este artículo pueda ayudar a aclararlas. 

Con fecha 31 de diciembre de 2019, la Comisión Municipal de Salud y Sanidad de Wuhan, provincia de Hubei (China), informó de 27 casos de neumonía de origen desconocido, con una exposición común en un mercado local, sin identificarse la fuente de este brote. Posteriormente, el 7 de enero, se identificó el agente causante del brote: un nuevo virus de la familiar “Coronaviridae”, llamado actualmente COVID-19. El 30 de enero de 2020, la OMS (Organización Mundial de la Salud) decreta el brote como emergencia de salud pública.

Se sabe que la enfermedad no causa síntomas o los síntomas son leves en cerca de un 80% de los casos; que en un 14% puede ocasionar neumonía grave y en los restantes, podría ser un cuadro severo o incluso mortal. La tasa de letalidad se sitúa en torno al 2-3% en Hubei, pero fuera de ella baja hasta el 0.7%. La mayoría de los casos mortales son en personas mayores de 60 años, que tienen enfermedades previas, fundamentalmente cardiovasculares.

El periodo de incubación se sitúa en torno a los 2 a 14 días, con un promedio de 5 días, y la trasmisión se da por vía aérea (transmisión por gotas respiratorias  o por aerosoles) y superficies contaminadas por secreciones.

Los síntomas más comunes incluyen tos, dolor de garganta, sensación de falta de aire o fiebre. Es decir, los síntomas propios de una infección respiratoria.

¿Y qué podemos hacer?

Lo primero, seguir las instrucciones y notificaciones que se lleven a cabo directamente desde el Ministerio de Sanidad y el Sistema Público de Salud. Evitar el alarmismo y tomar medidas unilaterales no indicadas por los organismos competentes. En segundo lugar, tomar las medidas genéricas de protección frente a enfermedades respiratorias. Esto incluye realizar una higiene de manos frecuente (lavado con agua y jabón o soluciones alcohólicas), especialmente después de contacto directo con personas enfermas o su entorno; evitar el contacto estrecho con personas que muestren signos de afección respiratoria, como tos o estornudos; mantener una distancia de un metro aproximadamente con personas con síntomas de infección respiratoria aguda; y cubrirse la boca y la nariz con pañuelos desechables al toser o estornudar. Estas medidas son las que protegen de cualquier infección respiratoria, como la gripe. No es necesario tomar precauciones especiales con animales ni alimentos en España.

¿Y las personas que trabajan como taxistas, en contacto con múltiples personas?

Actualmente no hay una recomendación preventiva aunque el escenario puede cambiar en los próximos días. Mientras tanto, seguir las recomendaciones generales aportadas desde el Ministerio de Sanidad: higiene de manos, evitar el contacto directo con personas con infecciones respiratorias y ante cualquier duda, consultar llamando a los teléfonos habilitados. 

¿Es necesario el uso de mascarillas de forma globalizada para salir a la calle?

No. En el momento actual no hay criterios para el uso generalizado de mascarillas como medida de protección en España.

¿Y qué hacer si tengo síntomas respiratorios?

Si tiene síntomas respiratorios y no ha tenido contacto con ningún caso notificado ni historia de viaje reciente en los últimos 14 días a China, Singapur, Hong-Kong, Corea del Sur, Irán o Italia, proceda como haría normalmente: tratamiento sintomático y hay si empeoramiento acuda a su médico habitual para valoración. A su llegada, solicite una mascarilla en la recepción hasta ser valorado por el personal sanitario.

En definitiva, debemos estar atentos a las notificaciones que se vayan realizando, tratando de evitar caer en el alarmismo y huir de las especulaciones, bulos y recomendaciones erróneas; evitando colapsar sistemas sanitarios de urgencia de forma innecesaria y generar situaciones de pánico, miedo e inseguridad. A medida que vaya siendo necesario, se darán a la población las recomendaciones necesarias.

Dra. Gema Izquierdo Enríquez