El taxi de Málaga encuentra una fórmula eficaz contra la piratería
La presencia de conductores ilegales, conocidos como piratas, en el aeropuerto de Málaga se ha incrementado en los últimos años. Los taxistas durante este tiempo cada día han sido testigos de cómo muchos usuarios del taxi se perdían en manos de estos conductores y por ese motivo han tenido que tomar medidas para evitar que esto siguiese sucediendo.
Desde el sector del taxi de Málaga tienen localizadas a más de 75 personas que trasladan ilegalmente pasajeros desde el aeródromo a sus puntos de destino. Pero lo más preocupante de todo es que 45 de esas personas trabajan diariamente captando ilegalmente usuarios para trasladarlos en sus vehículos privados sin autorización.
El año pasado, durante la época de verano, esta situación ya era insostenible, y los taxistas de Málaga aprovecharon el espejo de sus compañeros de Barcelona para organizarse en una especie de patrulla que servía para informar a los usuarios y disuadir a los piratas. Esta iniciativa sirvió para alejar momentáneamente a algunos piratas, pero los taxistas no mantuvieron constancia porque el trabajo y el esfuerzo que suponía integrarse en esos turnos de esas patrullas era demasiado.
Sin embargo, para este año había preparada una nueva vuelta de tuerca que podría ser la solución definitiva. Una fórmula que se le ocurrió a Salvador Marín, taxista de la capital de la Costa del Sol, y que compartió con el resto de sus compañeros para finalmente llevarla a la práctica. Marín entendió que había que compensar a los taxistas que hacían ese esfuerzo de luchar contra la piratería.
¿Cómo se compensa a los compañeros que deciden invertir seis horas en el aeropuerto para evitar que los piratas quiten servicios a los taxistas? Pues premiando a estos compañeros para que el día que participen de estos turnos de información y lucha contra los piratas, también puedan prestar servicio de taxi en el aeropuerto una vez acabe su turno.
Para entender mejor este sistema de compensación primero hay que explicar que el taxi de Málaga está organizado de tal manera que solo un día a la semana los taxistas pueden acudir al aeropuerto a prestar servicio. Son los servicios más atractivos, pero están regulados para que todos los profesionales puedan prestarlos al menos una vez a la semana. Sin embargo, los taxistas que se sumen a esta iniciativa de información y lucha contra los piratas, podrán prestar servicio también en el aeropuerto el día que formen parte de este grupo de informadores. Es decir, a los 200 taxistas diarios que prestan servicio en el aeródromo, ahora se suman 10 o 12 más del grupo de esta iniciativa, llamada InfoTaxi y que, dado el momento de alta demanda que hay, se absorbe con facilidad.
Además de Salvador Marín, también Guillermo Díaz, portavoz de Élite Taxi Costa del Sol, nos ha atendido para explicarnos de primera mano la problemática de los piratas y cómo se han organizado desde hace un mes para luchar contra este intrusismo tan salvaje. “Años atrás ya tomamos medidas y el año pasado hicimos algo similar a lo que llevaron a cabo nuestros compañeros de Barcelona. Montamos un dispositivo con chalecos para disuadir a los piratas. Pero con el paso del tiempo se fue abandonando y sobre todo porque las administraciones, la policía y el aeropuerto colaboraban poco”, explica Díaz.
Informar y no patrullar
“Al final, nos hacían perder el tiempo y no conseguíamos denunciar verdaderamente o evitar la actuación de los piratas. Los compañeros lo fueron dejando, pero no teníamos apoyo y el resultado no era el deseado. Por suerte Salva tuvo esta idea de enfocarlo para que hubiese una compensación y de esta forma incentivar a los compañeros a participar y también implicar a la administración”, asegura Guillermo Díaz.
Salvador Marín también recuerda que ha habido intentos anteriores, e indica que no le gusta que se les llama patrulla. “Somos informadores, la patrulla se relaciona con la vigilancia y el control y nosotros no nos dedicamos a eso, para eso está la policía. No tenemos que vigilar a nadie, somos informadores y solo queremos que el usuario de taxi, cuando llegue a Málaga, termine en un taxi”.
El posicionamiento tan lejano de la parada de taxis en el aeropuerto de Málaga también es uno de los motivos que llevan a que muchos clientes que van con la idea de coger un taxi acaben sucumbiendo a otro medio de transporte, ya sea legal o ilegal.
“En Málaga estamos muy mal posicionados. La gente termina perdida buscando un taxi y al implantar los informadores en estas últimas semanas nos hemos dado cuenta de la cantidad de servicios y viajes que se perdían por el hecho de estar situados en la otra puerta del aeropuerto”, explica Marín.
La persistencia y el hecho de que los taxistas estén presentes día a día en el hall del aeropuerto es lo que más está afectando a los piratas. “Al principio se creían que esto iba a ser como siempre, que íbamos a ir una temporada y luego seguirían campando a sus anchas. Sin embargo, han visto que vamos todos los días, con turnos, identificados con chalecos y ya han pasado a amenazarnos, insultarnos y provocarnos. Por la noche es más peligroso porque hay más piratas y apenas hay diez taxistas sen el turno de información”, asegura Díaz. “Nos felicitan hasta desde el sector de las VTC”, indica con cierta ironía.
Pero para que esto esté funcionando tan bien, ha habido una labor previa de trabajo conjunto con todos los actores del sector del taxi, de las administraciones y cuerpos de seguridad. “Esta iniciativa va al margen de las asociaciones. Salva logró ponerlas de acuerdo y a día de hoy nos está felicitando el Ayuntamiento y los responsables del aeropuerto porque además de alejar a los piratas, ofrecemos una labor de información y asistencia muy importante a las personas que acaban de aterrizar en la ciudad”, explica Guillermo Díaz.
Salva Marín explica también cómo fueron los primeros pasos hasta la constitución de este grupo, cada vez más grande, de informadores conocido como InfoTaxi. “Fuimos a una reunión con la concejala de Movilidad el Ayuntamiento, directora del Instituto Municipal del Taxi, y le presentamos el proyecto con el objetivo principal de que los usuarios del taxi llegasen al taxi”, relata Marín. “Cada vez que los turistas llegaban al aeropuerto de Málaga y buscaban un taxi se perdían por el camino. Por eso queríamos ir bien identificados con un chaleco que por delante pusiera InfoTaxi y por detrás Taxi Staff para que lo entendiese todo el mundo”, asegura.
“A la concejala le encantó la idea, nos dio permiso y desde la misma concejalía se envió el cuadrante de taxistas a la Policía para que supieran los coches que íbamos a estar dando esa información. Teníamos el visto bueno del Instituto y solo teníamos que ponernos manos a la obra”, indica Marín.
Los impulsores de esta iniciativa recalcan que se trata de un proyecto abierto y público para todo el sector. “Se le ha dado toda la publicidad habida y por haber y hemos puesto a todas las asociaciones de acuerdo. No ha sido una labor fácil, porque es complicado ponerlas de acuerdo en todo, pero como el objetivo es un bien para todos, es verdad que todas han colaborado”, explican los dos taxistas.
En apenas un mes que lleva en marcha esta medida, ambos profesionales concluyen que la experiencia está siendo “muy positiva”. “Al principio nos ha costado porque los piratas están acostumbrados a tener barra libre. Las primeras semanas han sido duras, ha habido amenazas, provocaciones, etc. Pero a día de hoy se puede decir que la imagen del taxi de Málaga es totalmente diferente a la que daba hace años porque no es lo mismo encontrarte una persona que te informa amablemente, que te acompaña a la parada, que te ayuda con las maletas, a que te encuentres con cuatro o cinco piratas metiéndote poco menos que le móvil en la cara”, explica Marín.
46 piratas diarios en el aeropuerto
“Actualmente hay más de 46 piratas registrados que actúan a todas horas todos los días en el aeropuerto, y a esos hay que sumarles los que vienen de las estaciones de autobuses y tren. Nadie les dice nada y entre unos y otros tenemos localizados un total de 76 personas”, asegura Guillermo Díaz. “Están muy organizados”, recalca.
Por ese motivo, y ante la presencia constante de los conductores ilegales, los taxistas se agrupan en turnos para que todo el que quiera se pueda apuntar. “Empezamos siendo 30 y ahora somos cerca de 300 taxistas”, afirma Díaz. “Lo bueno es que además de estar defendiendo nuestro trabajo, estamos ofreciendo un servicio al turismo. Estamos evitando que el turista cuando llega a Málaga reciba a 30 personas indicándole qué vehículo tiene que coger”.
Tanto para Guillermo como para Salva, la piratería en el aeropuerto es algo que parecía intrínseco al sector en la capital malagueña. “Llevo 14 años en el taxi y recuerdo que cuando entré la organización mayoritaria pagaba a dos personas, que iban identificadas, para evitar el intrusismo. Cuando quitaron a estas dos personas, los piratas se multiplicaron por diez”, relata Marín. “En mi caso, llevo diez años en el taxi y en mis primeros días fue al aeropuerto y ya me hablaron mis compañeros de un tal John, conocido como “El alemán”, que ya entonces llevaba una década captando clientes y prestando servicio ilegalmente. Hoy sigue yendo con un bastón y ha recibido muchas denuncias, pero le da igual, le compensa”, detalla Diaz, que recuerda que la multa es de más de 4.000 euros.
Preguntados por cuántos servicios diarios han logrado recuperar para el taxi desde que pusieron en marcha la iniciativa, los taxistas aseguran que es difícil de calcular, pero no dudan en calificar de “una burrada” la cantidad de usuarios que “recuperan” para el sector del taxi. “Entre los clientes que se llevaban los piratas y los que se terminaban yendo en el autobús o en el tren cuando realmente estaban buscando un taxi, puedo decir, sin exagerar, que estamos recuperando unos 150 servicios diarios”, asegura Marín, que relata que durante las horas del turno informativo no se ve otra cosa en el aeropuerto que taxistas yendo de un lado para otro acompañando turistas o recién llegados para que se desplacen en taxi a sus lugares de destino. Quizás no sería la labor que le correspondería hacer a los taxistas, pero es la que deben hacer actualmente si quieren velar por el presente y futuro de su sector, y para evitar que la injusticia de los piratas vuelva a triunfar de manera impune.
Javier Izquierdo