“Vemos mucho futuro en el sector”
La soledad no suele ser una buena compañera de la juventud, o al menos no es habitual que se combinen con facilidad. Si a eso le sumamos que el taxi en ocasiones puede ser un trabajo muy solitario, con muchas horas en el coche a les espera de clientes, saber que puedes contar con un grupo de compañeros jóvenes de tu edad, con tus mismas inquietudes, y con las mismas ganas de sacar su taxi adelante, puede resultar de gran ayuda.
Esto es precisamente lo que ha hecho un grupo de jóvenes taxistas de Madrid. Se han unido, gracias a las facilidades que hoy en día proporcionan las redes sociales, y han creado un equipo de compañeros, todos de la Generación Z, ya considerados amigos, donde comparten su día a día al volante y donde aprovechan para hacer más amenas las largas jornadas laborales que tienen en su taxi.
Fran, Diego, Alberto, Raúl, Álvaro, Alberto Riquelme, Ana, Alba, Víctor y Sergio son algunos de los integrantes de este grupo que decidió compartir una mañana con La Gaceta del Taxi en un bonito encuentro donde pudimos conocer más detalles sobre cómo ven el presente y el futuro del sector, por qué se decidieron por el taxi como forma de vida, y qué les inquieta hoy en día a nivel personal.
Raíces taxistas o pura vocación
La mayoría de estos jóvenes taxistas encontraron apoyo en experiencias familiares previas en el sector antes de adentrarse en él, aunque no en todos los casos es así. Fran, de 27 años y con un año de experiencia, es de un pueblo madrileño llamado Moraleja de Enmedio, y explica que allí “la mitad del pueblo son taxistas, tengo amigos en el taxi y tuve la oportunidad de acceder y decidí sacarme la cartilla”.
“Mi padre era taxista, mi abuelo también y había que seguir la generación. Muy contento de haber elegido el taxi”, son las palabras de Diego, otro taxista de tan solo 20 años. En esto también coincide Alberto, otro veinteañero debutante en el taxi que llegó a este mundo teniendo procedencia familiar en el taxi.
A Álvaro, de 27 años y que lleva seis años y medio en el taxi, es el más veterano del grupo, le ocurrió algo similar. Es un patrón que se repite: la familia ayuda a la hora de tomar la decisión de adentrarse en el sector. Alberto Riquelme, con 20 años y poco más de un año en el taxi, lo atestigua: “Lo he tenido siempre en casa. Eso siempre te anima a tirar para adelante, ver que han vivido bien y han llevado una buena vida y analizando que las oportunidades de trabajo son nulas y los sueldos están por los suelos”.
Sergio tiene 22 años y empezó en el taxi en 2021. “Toda mi familia ha estado siempre con el taxi. Estoy estudiando otra cosa, pero me metí en el taxi porque me gusta conducir, estoy todo el día con el tema de los coches y qué mejor que poder ganar dinero dando vueltas conduciendo”, afirma un sonriente Sergio que también participa en competiciones de rallies. La pasión por conducir también la comparte con Víctor, cuyo caso es un poco distinto al de sus otros compañeros. Él no procede de familia de taxistas, y asegura que lo suyo con el taxi es vocacional. Con 22 años, es taxista desde octubre de 2020, en el peor momento de la pandemia. “Desde muy joven estaba interesándome por cómo era el mundo del taxi, cómo funcionaba y siempre me había atraído, parece que lo tengo en la sangre”, asegura.
Un grupo de amigos
Pero no solo hay jóvenes taxistas hombres, también las nuevas generaciones de mujeres están llegando al sector. Alba, de 22 años y que lleva tan solo cuatro meses en el taxi, no cambia por nada la estabilidad que le está dando este trabajo. Su prima Ana, de poco más de veinte años, también accedió al taxi en noviembre de 2020. Ambas proceden de familia de taxistas, aunque Ana asegura que lo suyo con el taxi es “vocación pura” y “tenía claro que quería dedicarme a esto”,
Ana inició su andadura en el momento más duro de la pandemia, algo que le ayudó a valorar los buenos momentos y a no rendirse en los malos comienzos. “A mí el taxi me lo ha dado todo y estoy muy contenta. Son muchas horas, pero cuando trabajas para ti, te gusta lo que haces y lo haces con ilusión, no hay nada que reprocharse”, explica.
Muchos de estos jóvenes taxistas ven en el taxi una oportunidad. En este sentido Fran lo tiene claro: “Siempre me he considerado una persona muy luchadora a la hora de trabajar, y el taxi es la única oportunidad que he tenido en la que me puedo exprimir”. Por su parte, Diego asegura que lo que más le gusta “es el trabajo en sí, lo cómodo que estamos y el grupo que hemos hecho para estar comunicados. Nos sirve para reírnos, pasárnoslo bien y es como si trabajásemos en grupo porque a veces es un trabajo muy solitario”.
La creación de este grupo de centennials fue una idea impulsada por Raúl, taxista de 21 años famoso en TikTok y que ya fue portada de La Gaceta del Taxi el pasado mes de mayo por su gran poder viralizador en redes. El taxi es un trabajo que en ocasiones es solitario, en eso coinciden todos, y para ellos haber podido crear este vínculo es muy importante. “Por mucho que nos guste el taxi, un mal día lo tenemos todos y por eso creé este grupo, porque aquí podemos desahogarnos con nuestros compañeros. Me ha cambiado la forma de ver el trabajo”, explica Raúl.
Para Sergio, por ejemplo, la creación de este grupo fue “un descubrimiento repentino”. “Desde que nos unimos se hace más ameno trabajar, antes llevabas ciertas horas y se hacía pesado estar solo dando vueltas, pero ahora nos comunicamos, nos contamos las anécdotas del día y la verdad que estoy muy contento”, asegura. “El taxi es un trabajo muy solitario, pero si encuentras un grupo como el nuestro, al final los ves como imprescindibles. Me los quitas y notas que te falta algo. Nos sentimos muy apoyadas por ellos”, explica Ana.
La libertad que ofrece el taxi
Otra de las cosas positivas que ven del taxi estos jóvenes taxistas es la libertad. “El taxi da muchísima libertad y aporta una experiencia que no se obtiene en ningún otro trabajo, tanto con el trato al público como con la posibilidad de administrarte a ti mismo”, explica Alberto. En esto coincide Riquelme: “Puedes organizarte como quieras sin dar explicaciones a nadie. En otro trabajo no puedes hacer lo que quieras, aquí eres tú propio jefe”, aunque Sergio matiza que además de tener libertad “debes ser responsable”.
En el caso de Víctor, lo que más le gusta de su trabajo como taxista es “la posibilidad que nos da el taxi de poder interactuar con la gente y sobre todo conducir. Conducir es mi pasión y no lo cambio por nada. Convertir tu pasión en tu modo de vida es lo mejor que se puede tener”, afirma. Preguntamos a los jóvenes taxistas si es posible ejercer la profesión si no te gusta conducir. Todos coinciden en que no, y añaden que el taxi no es un trabajo para todo el mundo. “Puede quemar”, aseguran. “El trato al público no está hecho para todo el mundo y la gente lo sabe. Hay que desarrollar mucha paciencia”, insisten en consenso.
En el grupo tienen claro que un mal gesto con un cliente perjudica a todo el colectivo, por eso es muy importante saber lidiar el trabajo con las situaciones personales. “Debemos separar lo personal de lo laboral. Hay muchos días que los usuarios pagan su malestar con nosotros, que en ocasiones actuamos de psicólogos, pero a veces pasa al revés, que tienes muy mal día y un cliente te anima y hace que tu mal día se te pase”, explica Ana.
La importancia de la imagen del sector
Dar siempre la mejor imagen de cara al usuario es una tarea obligatoria, sin embargo, no todos los profesionales la llevan a cabo. A Alberto Riquelme lo que menos le gusta del taxi precisamente es la imagen que ofrecen algunos compañeros de más edad en el sector. “Nos critican a los jóvenes, nos acusan de ser los causantes de que el taxi vaya mal, pero me doy cuenta de que somos quienes estamos intentando mejorar el servicio para que el día de mañana nuestro trabajo siga adelante”, explica este joven taxista. En esa crítica también coincide Fran, que acusa a algunos de los “más veteranos” de ser los primeros en “no poner medidas”. “Algunos no llevan buena vestimenta y debemos luchar contra eso. Tenemos una regulación y son los primeros que no las cumplen y algunos llevan treinta años en el taxi”.
Con respecto a la imagen del taxi y su futuro, Víctor lo tiene claro. “Al ser jóvenes vamos a heredar el taxi, nos conviene que siga siendo un trabajo de calidad”. “Si vas a un restaurante y el servicio es malo, criticas ese restaurante, pero no todos en general. Sin embargo, si un servicio de taxi es malo, critican a todo el colectivo. Siempre pongo ese ejemplo”, asegura Álvaro.
Por eso Alberto Riquelme pone aún más en valor el trabajo que hace su compañero Raúl en redes sociales para mejorar la visión externa del sector. “Es muy importante tener a alguien como Raúl (Saixe en TikTok) porque da visibilidad al sector y sus videos ayudan mucho ya que cuenta muchas cosas que la gente desconoce. Eso es lo que hace falta en lugar de tantas manifestaciones con las que nos hacemos mucho daño”, asegura.
Manifestaciones, el eterno debate
En este aspecto, Alberto lo deja claro: “Para luchar contra las VTC lo que debemos hacer es mejorar el servicio. Dar un buen servicio es la clave porque al final el usuario busca la calidad, incluso antes que el precio”. “Haciendo manifestaciones no se gana nada. Lo único que hacemos es perjudicar al usuario y no debemos tomar esa línea”, asegura Álvaro.
Raúl dice que hay un punto de injusticia en todo este asunto con el taxi. “El taxi se manifiesta y somos los peores, pero se manifiesta cualquier otro sector y no pasa nada”, asegura. Alba, por su parte tiene claro que con las protestas o huelgas el taxi “busca también que se vea que somos necesarios”, aunque con respecto a las manifestaciones, Fran si considera que son necesarias.
Pese a la división de opiniones en algunos asuntos, este grupo de taxistas se muestra contento, orgulloso y confiado del trabajo que tienen, y por eso Raúl, hace un llamamiento a la gente que lo esté pasando mal, que no encuentra sentido laboral en la vida, a que se decanten por el taxi para levantar la cabeza. “La mayoría de los que estamos aquí ya somos titulares, algunos están en búsqueda de licencia y vemos mucho futuro en el sector”./TAMBIÉN ES NOTICIA
Javier Izquierdo/Olga Lobo