Si a partir de 2019 el Área Metropolitana de Barcelona dejará de homologar taxis diésel, a partir de 2024 solo se permitirán los vehículos eléctricos para dar servicio de taxi. En base a esto, el objetivo es de 200 taxis eléctricos en 2020, 800 en 2024 y nos 3.000 en 2030.
Así lo explicó la responsable de Movilidad y Transporte, Mercedes Vidal, en la presentación de la Estrategia por la Movilidad Eléctrica del Ayuntamiento de Barcelona que define las líneas de actuación a seguir durante los próximos seis años con el objetivo de promocionar y facilitar la electromovilidad en la ciudad.
Según explicó Vidal en su presentación, actualmente la fuente de energía más utilizada entre los taxis de Barcelona es el diesel, con un 64% de la flota total, si bien destacó que el 28,3% de los taxis son híbridos. Sin embargo, las cifras en eléctricos distan mucho de las deseadas por el Ayuntamiento. Solamente hay 23 vehículos, de un total de 10.523, propulsados por electricidad.
Para incentivar la compra de vehículos eléctricos, se plantearán cambios relacionados con el proceso de homologación de los vehículos, actualmente solo hay tres modelos eléctricos, para lo cual el Ayuntamiento revisará la normativa técnica actual. También se añadirán las modificaciones necesarias para dar entrada a los vehículos eléctricos del mercado que se pueden adecuar al modelo de explotación del sector.
Junto a estas iniciativas, el Ayuntamiento quiere ampliar las infraestructuras de carga, tanto para el público en general, como para los taxistas, que cuentan ya con dos puntos de recarga rápida exclusivos. Para ello, se instalarán nuevas zonas de carga en estaciones intermodales y en las principales paradas de la ciudad. Además, facilitará que los profesionales tengan puntos con cargador en los aparcamientos públicos privados o particulares.
Otras medidas serán el incremento de las ayudas para la compra de estos vehículos e impulsar cursos y bancos de prueba de estos modelos eléctricos.