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10/09/2014 07:00:48 - Gaceta del Taxi

Carracas y matracas: del Taxi al Museo


El taxista y artesano Francisco Marcos, a quien entrevistamos en esta revista para que nos contara más sobre sus carracas y matracas, expone algunas de sus obras en el Centro Cultural Isabel de Farnesio de Aranjuez. La muestra, que podrá visitarse del 5 de septiembre al 18 de octubre, reúne réplicas exactas pero también piezas originales tanto de España como del extranjero. 

 

Artesano y coleccionista. Estas son dos de las palabras que describen a Francisco Marcos, taxista madrileño desde hace más de dos décadas quien, además de muchas carreras a su espalda, ha logrado reproducir más de 150 carracas, matracas y tabletas. Pero, ¿qué son y para qué se utilizaban? Son instrumentos musicales de percusión, que constan de un cuerpo de madera al que se le unen unos mazos móviles que son los que se encargan de golpear el cuerpo de madera. En España, estos instrumentos se utilizaban durante la Semana Santa cuando las iglesias no podían tañer las campanas. Además, este profesional apasionado por las antigüedades,  colecciona desde hace dos años modelos, algunos del siglo XVII, para crear una pequeña colección que le gustaría compartir en un museo para conocer un poco más de nuestro pasado.

 

Gaceta del Taxi.-¿Cuándo empieza con esta afición? ¿Por qué?

 

Paco Marcos.-Empecé hace unos diez años, cuando comencé a parar más en el aeropuerto. Es una forma de estar entretenido, de desconectar y como no me gustan las cartas, me decidí por el bricolaje. Empecé haciendo aperos de labranza antiguos, porque me gustan mucho las antigüedades. Suelo visitar diferentes regiones y sus museos etnográficos y etnológicos donde he encontrado mucho sobre las culturas antiguas. Y en uno de esos museos, en Urueña, tenían muchas carracas, que recordaba de cuando era pequeño y me dije, voy a hacer un par de ellas, sencillitas. Desde entonces me informo de dónde puede haber este tipo de instrumentos para hacer reproducciones. Cuando me dejan tomo fotografías para después en casa examinarlas y, a ojo y sin medidas, reproducirlas con maderas recicladas. Preparo las piezas más grandes en mi casa y las más pequeñas en el aeropuerto, así como el ensamblaje y el montaje.

 

G.T.-¿Qué es lo que más le gusta de estos instrumentos?

 

P.T.-Me resulta muy curioso conocer cómo de un mismo instrumento existen tantas diferencias según las zonas. Me queda por explorar Andalucía, pero, por ejemplo, en País Vasco y Aragón, las piezas que he encontrado son muy especiales y diferentes. Las que veo que son diferentes las voy reproduciendo a escala. Al principio no me preocupaba mucho, pero ahora intento hacer fotografías desde varios ángulos para tener una composición completa de la pieza y poder realizar la reproducción con mayor exactitud. Nunca me imaginé que esta afición me llevaría a coleccionar antigüedades.        

       

G.T.-¿Cuántas piezas ha elaborado ya? ¿Cuánto tiempo le lleva realizarlas?

 

P.M.-He elaborado más de 150 piezas, y depende de la complejidad y del tamaño, el tiempo que invierto es de entre una semana y un mes. Las de campanario, que pueden superar el metro de longitud, son las que más tiempo me llevan. 










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