La nueva tarifa fija de 30 euros estrenada el 7 de enero en Madrid sigue sin convencer tampoco a los usuarios. Para la Confederación de Consumidores y Usuarios de Madrid (CECUMadrid) esta tarifa “no es competitiva y en la mayoría de los casos resulta lesiva para el usuario”.
Desde la organización, que presentó junto con la Federación Profesional del Taxi y UGT-Uniatramc un recurso en el contencioso administrativo para su paralización el pasado mes de diciembre, no se entiende la eliminación del taxímetro, lo que implica “una pérdida de seguridad jurídica tanto a usuarios habituales del taxi como a los turistas”.
Sólo dos días después de su puesta en marcha y tras varias comprobaciones de cómo funciona realmente la tarifa, CECU pide al Ayuntamiento que esta tarifa sea “una opción y una obligación” y que se le permita al consumidor decidir si opta por la tarifa plana o el taxímetro.