La Dirección General de Transportes de Cantabria ha sancionado con 4.001 euros a un taxista de la localidad de Ramales de la Victoria por trasladar a varios usuarios de este municipio, y de otros, hasta una mutua de Santander.
Entiende la administración que el profesional realizaba estos traslados con “reiteración de itinerario, horario y calendario” y sin disponer de una autorización específica para este transporte especial.
Sin embargo, la Federación Cántabra del Taxi ha explicado en un comunicado que la UTE conformada por la propia federación, Radio Taxi Santander y Cantabria, y Radio Servicios 88 es la adjudicataria del servicio de transporte de pacientes a los centros de FREMAP.
La asociación del taxi recuerda que fue la propia administración la que desestimó dos solicitudes de autorización al no considerar que estos traslados consistiesen en un servicio regular de uso especial, precisamente por lo que se ha denunciado al taxista.
En este punto, la Federación insiste en que en las alegaciones presentadas por el taxista se demuestra, mediante la aportación de facturas con el desglose de los trayectos, que en los desplazamientos que se efectúan al centro asistencial no coinciden regularmente los mismos pacientes, por lo que, al residir estos en distintas localidades y tener las citas en diferentes días y horas, existen variaciones en los recorridos. Por lo tanto, no habría lugar a la denuncia.
Acoso y derribo al taxi
Tras conocer la noticia, desde el sector del taxi lamentan que mientras las VTC “campan a sus anchas sin ningún tipo de control”, el Gobierno de Cantabria “continúa su política de acoso y derribo al sector del taxi”.
En este sentido, han aprovechado la circunstancia para denunciar que la Comisión de Seguimiento de Inspección no se reúne desde 2019 cuando, en un principio, dicho órgano iba a ser convocado con carácter trimestral. Por tal motivo, la Federación Cántabra ha solicitado la convocatoria de la mencionada comisión./TAMBIÉN ES NOTICIA