El ayer, hoy y mañana del eurotaxi

 

No se puede hablar de un país de vanguardia sin tener un transporte universal. Y para poder presumir de un transporte “para todos”, el taxi también tiene que ser accesible para aquellos que tengan cualquier discapacidad.

 

Esta es una de las principales conclusiones que recoge el Libro Blanco del Eurotaxi. Publicado en 2011, este es el único estudio reciente sobre este medio de transporte, en el que se recogen todos los aspectos que afectan a este servicio. Un único estudio, ni hubo antes ni ha habido después, que trató de hacer una radiografía de este transporte accesible y que, a día de hoy, continúa siendo un importante referente para el análisis del sector.

 

Ahora, con la vista puesta en 2017 el taxi tiene que hacer un esfuerzo considerable para que el 5% sean taxis adaptados según lo estipulado en el Real Decreto 1544/2007. Cuatro años después, y según los datos del Libro Blanco, a fecha de 2011 tan solo el 1% eran eurotaxis y que, a falta de datos oficiales, suponemos que no habrá avanzado en exceso en los últimos dos años.

 

Dos décadas de accesibilidad

Con esta idea en mente, a finales de la década de los 80 comienza a gestarse la idea del “eurotaxi” patentada por la ONCE con la colaboración de diferentes marcas de automóviles. Si bien en aquella época ya existían vehículos particulares adaptados, nadie se había planteado la posibilidad de extrapolar este sistema de transporte al que es, sin duda, uno de los medios más cómodos para el usuario: el taxi.

 

Con la ayuda entonces de Nissan España, se transformó un vehículo para crear así el primer taxi accesible. En 1990 comienza a comercializarse el Prairie y ese mismo año se firmó el convenido de accesibilidad entre Fundación ONCE y el IMSERSO, un acuerdo que llega hasta nuestros días y gracias al que usuarios y profesionales han podido hacer de este transporte “puerta a puerta” un servicio más universal,

 

Comienza entonces el proceso de concienciación, tanto en el colectivo como entre los usuarios, campañas publicitarias, reuniones con las administraciones públicas. De estas primeras negociaciones, por ejemplo, se consigue que el Ayuntamiento de Madrid adquiera 10 eurotaxis, 15 en Granada y otras 10 en Barcelona coincidiendo con los Juegos Olímpicos.

 

En estos años, para dar una solución técnica se propuso desarrollar un vehículo accesible específico tomando como referencia los modelos emergentes de monovolúmenes y sus variantes industriales. Así se esperaba facilitar el uso y disfrute del servicio para todos.

 

Estos pequeños pasos poco a poco consolidarían el proyecto en la primera década del siglo XXI. En estos últimos diez años, Madrid asistió a la ampliación de su flota de eurotaxis, pasando a más de 100 gracias, principalmente, a la red de ayudas y subvenciones desde diferentes fundaciones y desde la administración.

 

Gracias al esfuerzo desde todos los ámbitos, especialmente desde el propio sector del taxi, cada vez más concienciado con ofrecer un mejor servicio al usuario, España se ha convertido en un país pionero en Europa en lo que se refiere al taxi accesible.