Atrapado y desesperado. Así se encuentra Manuel Hueso, taxista de Sevilla que, agotando cualquier otra vía de denuncia, llevó a cabo una huelga de hambre de 13 días para denunciar la situación que sufría en el taxi. No ha servido de mucho, pues las administraciones han hecho caso omiso de su condición, según informa él mismo.
Manuel ha permanecido ingresado más 15 días en el Hospital Universitario Virgen Macarena en Sevilla para evitar autolesión por depresión. Los tres años que lleva de espera para vender su licencia de taxi le han llevado a una circunstancia que le ha desbordado por completo.
El taxista cuenta a nuestro medio que la situación, si cabe, es mucho peor aún, pues la nueva ordenanza, “que entrará en vigor en mayo o junio”, detalla Manuel Hueso, “podría incluso alargar este proceso de venta de su licencia” en “3, 4 o 5 años más”. Además, con este sistema que se instaurará próximamente, “yo tendría que dejar parado el coche durante el tiempo de espera”, dice Manuel, y esto para su caso no es factible porque “mi intención es precisamente vender la licencia para iniciar una actividad diferente al taxi”, puntualiza. Así, declara sentirse “secuestrado en el sector”.
La intención de la administración con esta nuevas normativa es precisamente dejar coches inactivos, haciendo así frente al excedente que hay en Sevilla. Manuel confirma a nuestro medio que actualmente estarán en lista de espera para vender su licencia unos 500 taxis, lo que representa un cuarto de la flota total. Él se sitúa en estos momentos en el puesto 90, declara.