Cuatro organizaciones españolas ponen en marcha una iniciativa promovida en el verano de 2011 por la alemana Heike Aghte de extender el límite máximo de 30 km/h en las zonas residenciales urbanas de la Unión Europea.
Con ese empeño, Andando, Conbici, Ecologistas en Acción y Stop Accidentes ponen en marcha en España una idea que ya circula en algunas ciudades. Limitar la velocidad en pueblos y grandes localidades de toda Europa. La campaña pretende reducir la siniestralidad vial, rebajar la contaminación y el consumo y estimular el uso de modos de transporte más sostenibles.
Así, estas organizaciones exigen que la Comisión Europea haga una propuesta legislativa para introducir este límite de velocidad. Para ello han fundado, junto a otras organizaciones europeas, una Iniciativa Ciudadana Europea (ICE), un nuevo instrumento político de la Unión Europea, que implica la recogida de 1 millón de firmas de ciudadanos durante un año en 7 Estados Miembro diferentes.