Las personas con movilidad reducida que no puedan acceder a un autobús de la EMT por avería en su rampa, podrán servirse de un taxi adaptado, proporcionado por el Ayuntamiento, para llegar a su destino.
Así lo dio a conocer ayer la concejala de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, en la Comisión Informativa que se celebró en el consistorio, donde se presentó el protocolo que se está preparando desde esta área municipal.
Por lo tanto, cuando una persona con movilidad reducida, en caso de avería en la rampa de acceso, no pueda subir a un autobús de la EMT, el conductor de éste deberá detenerse en la parada y comunicar la incidencia en el centro de control de la Empresa Municipal de Transporte. Posteriormente, el conductor informará a la persona con movilidad reducida del tiempo que va a tardar en llegar el siguiente autobús de la misma línea, y si ese tiempo supera los 15 minutos, el Ayuntamiento le proporcionará un taxi accesible para que le lleve a su destino.
Desde el consistorio explican que el autobús de la rampa averiada no reanudará su trayecto hasta que se resuelva la incidencia o hasta que el conductor no reciba el permiso por parte del inspector del centro de control.
Lo que se pretende con esta medida es garantizar a las personas con movilidad reducida un servicio de transporte público de calidad, teniendo al eurotaxi como la primera alternativa en caso de incidencia.
Todavía no se conocen los detalles exactos sobre cómo se llevará a cabo el pago del servicio, algo que se sabrá de forma más detallada cuando este protocolo sea definitivamente aprobado.