La mejor información sobre el mundo del TAXI


16/04/2015 04:25:15 - Gaceta del Taxi

Hablar del taxi... es hablar


Hablar del taxi, como de cualquier otro negocio, es hablar de oportunidades, de satisfacer necesidades de clientes,  de economía de licenciados para prestar el servicio, y desarrollo del  transporte público y sus peculiaridades y destinatarios para el licenciador del servicio que en nuestro entorno son los ayuntamientos que establecen los detalles de cómo se presta el servicio en su ámbito sin interferir normas superiores de transportes.

 

Mi colaboración con La Gaceta del Taxi  será mi visón como humilde taxista de Madrid, se que muchos lectores son taxistas con conocimientos y criterios superiores a los míos. Mi opinión del taxi estará próxima a la problemática de ciudades grandes, puede que lejos de otros problemas de  taxistas de ciudades pequeñas y pueblos. Deseo que mi aportación sea positiva, enriquecedora, porque tratándose de taxi y taxistas el pesimismo, las quejas, la división están infiltrados en todos los ámbitos, regulador  y regulados, asociaciones, cooperativas, redes sociales

 

Hablar del taxi como taxista es hablar de crisis económica, crisis crónica, de división de opiniones y criterios opuestos a la hora de entender esta prestación por parte de los ayuntamientos, servicio por parte de los clientes y negocio de parte de los taxistas. También es hablar de decisiones equivocadas por falta de estudio y análisis, otras por sectarismo de taxistas enfrentados.

 

La atomización del sector, la estructura asociativa, y ninguna visión empresarial y otros muchos asuntos han llevado al sector a una situación muy difícil,  poco competitiva, al menos en las grandes ciudades españolas. Creo que está todo tan insoportablemente  mal que habría que reinventar el taxi otorgándole de nuevos valores como fiabilidad, ecología, garantía, seriedad, honestidad, responsabilidad social corporativa, valores apreciados por los clientes y que debido a la atomización sectorial nunca se ha considerado su desarrollo. Bien es cierto que un servicio tan discrecional, individualizado tanto por el lado de los clientes como de los taxistas, poco se podía hacer corporativamente.

 

Suspenso en comunicación

 

Una de las varias asignaturas pendientes del taxi es la comunicación e información tan desarrolladas en las dos últimas décadas. En los años noventa el sistema de comunicación por radio limitaba la velocidad de trasmisión de datos y despachos, o lo era a un coste inasumible, pero  desde el año 2000 y posteriores con el desarrollo por parte de las telecos de los sistemas GPRS, 3G …,  aparatos móviles asequibles y la capacidad de entenderse las máquinas entre si, abrían un abanico de posibilidades y de soluciones que invitaban al optimismo y que el taxi pudiera ser un servicio competitivo y deseado, pero el taxi siguió su lenta inercia, prestando el servicio de la forma tradicional y unos pocos nos asomamos tímidamente al mundo de la tecnología, pero con la misma división o más que antes. 

 

Y llega la crisis…., y todos los males se desatan, y la crisis es mundial, internacional, hipotecaria,  de solvencia y crédito,  que sirve de tapadera a nuestra crisis crónica, la de siempre, a la que restamos importancia y hasta olvidamos si la actualidad pone de moda otros temas. El transporte en las grandes se está transformando rápidamente, hay muchos actores tomando posiciones porque ven oportunidades en el cambio, esencialmente porque se considera que se incrementa el servicio prestado por autobuses, metro, tren, taxi, alquiler, compartido, bicicletas,  frente al coche particular que pierde relevancia por los problemas medioambientales,  de espacio, tiempo, estrés …

 

Vistas así las cosas, creo que el taxi tiene oportunidad, futuro, pero tiene que estar a la altura de los valores que demanda cualquier sociedad moderna: fiabilidad,  honestidad, economía, eficiencia, ecología, responsabilidad social corporativa. Muchas cosas deben cambiar, pero el taxi como transporte individualizado y recorridos relativamente cortos tiene oportunidad de competir con el coche particular, que es el elemento a desbancar, porque puede aportar mucho tiempo a la vez que comodidad, puerta a puerta, hacer otras cosas mientras se viaja….. Veremos qué cambios introducimos, qué hacer para invertir el pesimismo que nos atenaza, el futuro será nuestro.

 

 





Tags:






.