Un mes después de la dimisión de José Artemio Ardura como presidente de la Confederación del Taxi de España, la organización nacional estrena nuevo presidente. Gabriel Moragues ha sido el elegido, con dos tercios de los votos, para liderar un barco que navega con un gran agujero económico en el casco.
La organización nacional afronta los tres meses más difíciles de su larga vida. Noventa días para trazar un plan de viabilidad que permita a la entidad devolver al estado 485.256,38 euros que le reclama como consecuencia directa de la estafa del ‘caso Aneri’ de la que la CTE ha sido víctima. De no conseguirlo, tal y como nos explica Moragues, la organización tendrá que presentar concurso de acreedores que pondría fin a casi cuatro décadas de historia.
Y como ya hicimos hace un mes en una entrevista no exenta de polémica, volvemos a interesarnos por el presente, pero sobre todo por el futuro de esta histórica organización del sector que analizamos con su nuevo dirigente.
Gaceta del Taxi.-Un mes después de asumir las funciones de presidente, ha sido ratificado en el cargo por el Consejo Estatal del 30 de septiembre. ¿Cuáles son sus principales objetivos?
Gabriel Moragues.-El primer objetivo es convocar un congreso a tres meses vista. Este es el plazo máximo en que tenemos que decidir el futuro de la CTE, si va a concurso de acreedores o no. Hasta entonces trabajaremos para establecer un plan de viabilidad negociando con la administración que nos permita hacer frente a la deuda. Todos estamos de acuerdo en intentar hacer un último esfuerzo de salvar la Confederación pero, aún haciendo este esfuerzo, está claro que nadie va a querer salvar a la Confederación si no se depuran las responsabilidades. Y por ello se han marcado dos auditorías, una contable y otra de gestión de cuyos resultados informaremos en el congreso.
G.T.-Hace un mes nos aseguraba contar con un importante respaldo de la CTE. ¿Se ha visto apoyado por sus compañeros?
G.M.-Obtuve los dos tercios necesarios para sustituir al presidente, y mi tesorero a su vez sustituirá al tesorero anterior. De momento trabajaremos en sacar adelante la Confederación durante estos próximos tres meses y después, todo se verá. Por ejemplo, y a la vista de los resultados, mi intención será cambiar los actuales estatutos para evitar que el tesorero y el presidente pertenezcan a la misma asociación. Es una fórmula que nos permitirá fiscalizar la actividad de ambos dirigentes, no porque vaya haber mala intención, sino para dotarlo de más transparencia.
G.T.-¿Con qué finalidad se decide realizar dos auditorías? ¿Qué se tiene que demostrar?
G.M.-A través de la auditoría de gestión se pretende evaluar el grado de responsabilidad de los miembros del órgano de gobierno en relación a lo establecido por los estatutos de la entidad. Es decir, en que casos se ha respetado el procedimiento reglamentario y en que casos no. Consideramos que por parte de determinadas personas se habrían producido situaciones que pudieran no estar contempladas en los estatutos y queremos saber a quién corresponde la responsabilidad de las acciones. No se trata de hacer sólo un análisis económico, del que también saldrán, o no, responsabilidades derivadas, que no tiene por qué haberlas, sino que si además de lo que se paga se hace como debe ser.
G.T.-Aunque ha hablado de la posibilidad de presentar concurso de acreedores, trabajan en un plan de viabilidad para evitar la desaparición de la entidad. ¿Confían en conseguir un acuerdo con la administración para poder hacer frente a la multa?
G.M.-Comenzaremos a trabajar en ello en cuanto sepamos con quién tenemos que sentarnos a hablar para exponerles nuestra situación. Los compañeros estamos dispuestos a hacer un esfuerzo para salvar la CTE. Y estoy convencido, vista la posición de los socios durante el Consejo, de que se puede llegar a una fórmula de pago razonable y nosotros nos comprometemos a pagar, eso sí como he dicho antes, con la condición de que se asuman responsabilidades. Si bien es cierto que la responsabilidad política del presidente ya se ha asumido puesto que dimitió en el mes de septiembre.
G.T-El mes pasado nos adelantó la crítica situación financiera de la CTE. Un mes después, ¿puede ofrecernos más datos?
G.M.-No voy a decir más, porque prefiero ser prudente y hasta que la auditoría no esté hecha y no se puedan determinar las responsabilidades prefiero no hablar sobre este tema. Tenemos que conocer quiénes son los responsables de la situación actual de la CTE y eso es algo que determinarán las dos auditorías. Aquí de momento el único estafador es el señor Aneri.
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