Aunque el uso de las aplicaciones creadas para avisar al resto de conductores de la presencia de controles de alcoholemia y radares móviles no está tipificado como una infracción, la Guardia Civil y la DGT han decidido enfrentarse a estas apps y ahora advierten que harán controles más sorpresivos.
Aplicaciones como iCoyote, Social Drive y Waze, entre otras muchas; nacieron de una idea de unos estudiantes sevillanos que se avisaban a través del teléfono móvil de los controles que había por la carretera. Ahora, aunque con matices, no estén tipificados como ilegales, la Guardia Civil ha anunciado que cambiará su forma de trabajar para evitarlos y que, de esta forma, los controles pillen de sorpresa a quienes utilizan habitualmente estas herramientas.
Hay que recordar que estas aplicaciones, al igual que los meros sistemas avisadores de controles, son los únicos que están permitidos, puesto que los inhibidores –cuyo uso conlleva una sanción de 6.000 euros y la pérdida de seis puntos del permiso de conducir- y los detectores –cuyo uso conlleva una multa de 200 euros y tres puntos del carnet- están prohibidos.