El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria aprobó el pasado 26 de diciembre la nueva Ordenanza del Taxi. Entre las principales novedades destaca la mejora en las condiciones de trabajo de los asalariados, que sólo podrán ser contratados a jornada completa.
Esta decisión se enmarca dentro de las medidas para controlar el intrusismo del sector, que se completará con la creación de un carné electrónico para cada conductor de taxi. Los datos recogidos en este carné se remitirán automáticamente al resto de administraciones, en particular a la Agencia Tributaria e Inspección de Trabajo.
Otras novedades introducidas son la limitación a 12 años de la antigüedad máxima de los vehículos, el endurecimiento de normativa en cuanto a la emisión de sustancias contaminantes y el incremento del número de eurotaxis. Además, se potenciará la imagen del sector con la introducción de una única uniformidad para todos los conductores de la capital.
Para mejorar la experiencia del cliente, desde el Ayuntamiento han apostado por la libertad de éste a la hora de escoger el taxi que quiera una vez llegue a la parada y la posibilidad de pagar con tarjeta en los 1.640 taxis que componen la flota.
Tal y como explican desde el Ayuntamiento, esta normativa municipal no entra a ordenar aquello que ya viene regulado por norma de rango superior, como el Reglamento del Servicio del Taxi en Canarias.
Entre estos puntos, destaca el procedimiento para la adjudicación de las licencias, su duración, la no exigencia de dedicación exclusiva o la posibilidad del mantenimiento de la licencia una vez el titular se jubila. Tampoco regula la posibilidad de disponer de hasta 5 licencias en municipios de más de 200.000 habitantes o el régimen tarifario.