La sostenibilidad, punto clave en la transición del transporte en 2022

Por Jaime Pérez del Pulgar, director general de Autocab España

Quizá el mayor reto para los operadores de transporte en estos momentos sea la lucha contra el cambio climático, que marcará la agenda de 2022. Tras la convención COP-26 celebrada en Glasgow, la sostenibilidad es un objetivo clave para el sector, y la presión para actuar en este sentido aumentará cuando los distintos gobiernos pongan en marcha planes para reducir las emisiones de carbono en todos los sectores.   Concretamente en España el pasado mes de mayo de 2021 la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, mantuvo una sesión de trabajo con el presidente de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Alok Sharma, en la que se abordaron las cuestiones más importantes para garantizar el éxito de la cita climática en Glasgow. En dicha reunión se acordó cooperar para aumentar la ambición, acelerar la acción climática y asegurar el éxito de la Cumbre. 

Sin embargo, el sector tiene mucho trabajo por delante. El transporte representa uno de los sectores más intensivos en carbono, y aproximadamente el 90% de este porcentaje lo generan los vehículos de transporte por carretera.

Para hacer frente a estas preocupaciones crecientes, las empresas de radio taxis y de delivery, los operadores de VTC  y otros agentes de transporte terrestre tratarán de desempeñar su papel a medida que a) reducen sus propias emisiones y b) encuentran maneras de ayudar a reducir el número de coches privados en nuestras carreteras.

 

Flotas eléctricas

En España la Ley de Movilidad Sostenible, que reconocerá a la movilidad como un “derecho social”, llegará pronto al Consejo de ministros.

El Gobierno establecerá la cuantía de las ayudas y los detalles del PERTE (Proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica) del Vehículo Eléctrico. Cómo nos moveremos en la España del futuro quedará claro antes de final de año.

En concreto de este llamado PERTE VEC o del Vehículo Eléctrico y Conectado fija objetivos importantes para 2023: alcanzar los 250.000 vehículos eléctricos matriculados, efectuar el despliegue de entre 80.000 y 100.000 puntos de recarga, generación de 142.000 empleos y una contribución de entre el 1% y el 1,7% al Producto Interior Bruto.

Como apoyo financiero, el presupuesto público asignado será de 3.000 millones de euros y deberá arrastrar otros 12.000 aproximados en inversión privada.

En 2022 se producirá un aumento de la flota eléctrica, ya que el sector adoptará vehículos ecológicos, como los taxis eléctricos y las bicicletas eléctricas. Con más apoyo financiero que nunca, los operadores de transporte podrán tomar medidas serias en su transición a los vehículos eléctricos (VE). Estas flotas electrónicas también desempeñarán un papel crucial a la hora de animar a la gente a dejar su vehículo privado en casa, ayudando a reducir el número de coches en las carreteras el año que viene.

Sistemas de transporte MaaS

Aunque no hay que esperar que se abandone, aún, la propiedad del coche privado de forma mayoritaria en 2022, sí que se verá cómo esta elevada ambición empieza a brotar en forma de Movilidad como un Servicio (MaaS).

En toda Europa, ya estamos viendo cómo muchos países invierten recursos en soluciones de MaaS  que incentivan a la gente a elegir el transporte público. En España la mayoría de los territorios cuentan con abonos transporte muy económicos que permite a los viajeros alternar entre autobús, tren de cercanías o tranvía. En otros países como Austria, por ejemplo, ha lanzado también, recientemente, un abono de transporte al que han llamado Klimaticket, o "billete climático" 

Sin embargo, el gran reto al que se enfrentan estos servicios MaaS es proporcionar una verdadera solución "puerta a puerta" que permita a la mayoría de la gente dejar su coche en casa. Aquí es donde las flotas de coches eléctricos pueden llenar el vacío, ayudando a unir diferentes formas de transporte público.

Esto puede parecer exagerado, pero la realidad es que ya se está observando esta visión en aplicaciones como Uber, que ya está ofreciendo acceso a varias formas de transporte público junto con su servicio de transporte.

 

Servicio de entrega rápida

El reparto también es un área en la que esperamos ver crecer el movimiento hacia las flotas eléctricas. Por ejemplo, la empresa de paquetería DPD ha cambiado a una flota totalmente eléctrica en la ciudad de Oxford en UK. Se calcula que, si se repite en más ciudades, se podrían reducir las emisiones de CO2 en 42.000 toneladas para 2025.

Mientras que las empresas de reparto de terceros ofrecen a los minoristas un servicio eficiente, transportando hasta 320 paquetes al día, este modelo se ve cuestionado cuando se trata de las crecientes expectativas de los clientes de recibir las entregas en cuestión de horas.

Impulsada por los confinamientos, que provocaron un aumento del 48% en las compras online, la tendencia de la "entrega rápida de comestibles" parece que crecerá en 2022. La empresa de reparto de comestibles Getir (que ya opera en Madrid y Barcelona), por ejemplo, construyó una flota de casi 1.000 vehículos en 2021 para atender esta necesidad, y tiene previsto gastar 119 millones de euros más para ampliar su oferta.

Sin embargo, dada la actual crisis de contratación de conductores, que está afectando a las empresas de reparto y de taxis, no esperamos que muchos otros operadores inviertan tanto dinero en la construcción de nuevas flotas. En su lugar, es más probable que los minoristas trabajen con las flotas existentes.

Opciones locales

También es probable que las grandes marcas y las empresas locales se asocien con los operadores de taxis y VTC -que ahora también ofrecen servicios de entrega local- a medida que buscan ampliar su oferta más allá de las grandes ciudades y entrar en el resto del país.

Si la gente ya no necesita subirse a su propio coche para recoger las compras, estas opciones de entrega más locales y rápidas ofrecerán otra forma de reducir los vehículos en nuestras congestionadas carreteras de todo el país.

Y, si esas necesidades son atendidas por las flotas de coches eléctricos, podemos esperar que el sector del transporte dé algunos pasos significativos hacia la reducción de la huella de carbono de todos los vehículos en todo el país el próximo año.