El Ayuntamiento de Madrid no incluirá a los taxis como elementos contaminantes en la próxima normativa ambiental que está elaborando el equipo de la alcaldesa Carmena.
Dentro del nuevo plan para la calidad del aire que prepara el Ayuntamiento se contempla en varios puntos al servicio de taxi. Sin embargo a diferencia del anterior texto de Ana Botella, que establecía varias restricciones al taxi, el nuevo borrador de Carmena, prevé que los taxis puedan utilizar las plazas azules (SER) como parada para captar clientes. Un cambio que obligará a su vez a modificar la actual ordenanza municipal del taxi que no contempla tal circunstancia.
La idea es que los taxis circulen de vacío por la ciudad el menor tiempo posible y así reducir las emisiones, pero al no diponer de suficiente paradas, se propone estos nuevos espacios, como las plazas SER, donde poder estacionar.
En los últimos años con el apoyo económico de la Comunidad se han destinado al sector del taxi casi un millón de euros para fomentar la compra de coches de bajas emisiones como son los híbridos y los propulsados por Autogas y GLP.
Según ha explicado el Ayuntamiento el 80% de la contaminación por dióxido de nitrógeno de Madrid tiene su origen en el tráfico. “De los vehículos, - según Medio Ambiente- y de acuerdo a los estudios de los expertos, en todo el área metropolitana los turismos aportan el 70% del total en dióxido de carbono, los vehículos ligeros de carga y descarga un 12%, los taxis un 8%, que puede llegar la 12% en la almendra central y los autobuses de la EMT un 5%.