De las pieles a las lentejuelas
Son muchos los lugares donde se celebra el carnaval, pero la forma de celebrar esta fiesta pagana es muy diferente en función del origen geográfico. En nuestro país, en el norte es más pronunciado el respeto por las historias antiguas y tradicionales, con zamarrones y máscaras ancestrales, mientras que en el sur, el jolgorio y los disfraces espectaculares, con poca tela y mucha lentejuela, ocupan el centro de todas las actividades.
Si por algo se caracteriza España es por ser muy rica en festejos y tradiciones. Algunos de ellos gozan de mucha historia como es el caso del carnaval, una antigua celebración pagana que se remonta hasta la Edad Media.
Era el carnaval la antesala de la Cuaresma y, por tanto, la última oportunidad de excederse en algunos aspectos. No hay que olvidar que antiguamente, durante este periodo estaba prohibido organizar fiestas y la gente debía abstenerse de comer carne. De ahí procede el nombre “carnevale”, que significa abstenerse de la carne.
Con esta premisa no es raro que el descontrol fuera la seña de identidad del carnaval, donde prácticamente todo estaba permitido. Es ese el motivo por el que los católicos, especialmente en Venecia (Italia), empezasen con la tradición de llevar máscaras en este festival para garantizar el anonimato.
Esa tradición se ha mantenido en el tiempo, y a ella se han ido sumando muchas otras, transformando las celebraciones de carnaval hasta nuestros días. Actualmente los españoles suelen salir a la calle disfrazados y se reúnen para disfrutar de espectáculos, conciertos, bailes tradicionales y todo tipo de actividades. Suele celebrarse una importante cabalgata de carnaval en los municipios donde allí se celebra y ahí los ciudadanos desfilan disfrazados junto a las carrozas.
En España se celebra el carnaval por toda la península. Y a pesar de que todas siguen una directriz principal que es la de pasárselo bien, hay algunos lugares donde la celebración está más apegada a la tradición y otros donde las implementaciones modernas ocupan todo el protagonismo.
En la mayoría de lugares la fiesta comienza con el Jueves Lardero y los días previos al Miércoles de ceniza, fecha en la que da comienzo la cuaresma, se prolonga el carnaval que en muchos lugares de España suele cerrarse con el Entierro de la sardina, un desfile donde, a modo de parodia, se interpreta una procesión fúnebre que termina con la quema de una sardina. Simbólicamente significa enterrar el pasado y acoger una renovación espiritual.
La tradición del norte
Los carnavales que se celebran en el norte de España suelen pasar más desapercibidos en el calendario turístico en detrimento de otros más afamados como los de Cádiz, Santa Cruz de Tenerife o Las Palmas. Sn embargo, las celebraciones norteñas se caracterizan por ser muy ricos en tradición y leyenda.
El entroido, por ejemplo, se celebra en ciudades y pueblos gallegos. Destacan los de Laza, Verín, Vila de Cruces o Vilaboa. Representa la liberación total antes del retiro cuaresmal. Los disfraces más característicos son los peliqueiros o cigarróns, personajes vestidos con un disfraz tradicional al que le acompañan seis pesados cencerros.
También en el norte de la península, pero en la montaña leonesa de Riaño, es característica la celebración del Antruido, una tradición popular asociada al carnaval. Se lleva a cabo el sábado de carnaval y consiste en un cortejo popularmente conocido como Mojiganga o desfile de zamarrones que recorre las calles de la localidad asustando a niños y mayores. El zamarrón es un personaje ancestral interpretado por uno o varios mozos del pueblo.
En el Valle de Bielsa, en Huesca, también son típicos los personajes vestidos de pieles como las trangas, con pieles de animales, camisa de cuadros, faldones, cuernos y cencerros. Junto a ellas destacan las “madamas”, que representan la pureza por lo que sólo son interpretadas por las mujeres solteras. También son famosas las celebraciones de Lantz (Navarra), Solsona (Lleida) o Tolosa (Guipúzcoa). Este último es uno de los más famosos con seis días de fiesta donde reina la imaginación y el atrevimiento entre el jaleo callejero, las comparsas y las charangas.
El jolgorio del sur
Mientras en el norte las tradiciones siguen siendo eje vertebrador del carnaval, en el sur la celebración del carnaval se aleja de estos personajes para transformarse en fantasía, color y música. Sobre todo música.
En las Islas Canarias, tanto en Santa Cruz de Tenerife como en Las Palmas de Gran Canaria, son famosas las comparsas. Las hay de diversos tipos, pero suponen un verdadero espectáculo con un desfile que reúne tanto baile, música y disfraces. De hecho, uno de los eventos más destacados del Carnaval de Santa Cruz es la Gala de Elección de la Reina de Carnaval. Para poder obtener el título, las candidatas se deben vestir con trajes majestuosos que pueden llegar a pesar 200 kilos.
En Cádiz, uno de los entretenimientos más famosos son las llamadas “chirigotas”. Distintas agrupaciones cantan por las calles coplas con marcado carácter satírico y humorístico que versan generalmente sobre temas de la actualidad.
Por último, en el sur tiene gran importancia el Carnaval de Aguilas (Murcia), que fue reconocido en Enero de 2015 Fiesta de Interés Turístico Internacional. Dos semanas de celebración donde se suceden grandes desfiles de peñas, comparsas, carrozas y donde la música y la alegría son los principales protagonistas.