El Ayuntamiento de Barcelona no ha dado respuesta alguna al sector del taxi de la Ciudad Condal en su petición de prorrogar al menos por un año más la prohibición de poner en funcionamiento vehículos diesel.
En virtud de la norma, que entró en vigor el día de ayer con el comienzo del nuevo año, no se autorizarán ya vehículos con motorización diesel a excepción de los coches adaptados al transporte de personas de movilidad reducida.
Representantes de las principales asociaciones del taxi de Barcelona han manifestado a este medio que además de una clara falta de oferta, existe un problema con los concesionarios dado que ofrecen al taxista unos plazos de entrega demasiado largos.
El taxi recuerda que ya está realizando un gran esfuerzo teniendo Barcelona y su Área Metropolitana una de las flotas más respetuosas con el medio ambiente. Actualmente, un 36% de los vehículos no tienen motorización diesel.
Por todo esto, las asociaciones solicitaron una moratoria de la aplicación de la medida de un año, con la posibilidad de prorrogarlo otro año más en función del abanico de posibilidades que tenga el sector para poder cambiar el coche que no sea diésel.