Taxi Europe Alliance reclama coordinación y apoyo

El mundo del taxi más allá de nuestras fronteras también está sufriendo los efectos del Covid-19. Aunque de manera desigual, los taxistas han visto caer de manera drástica la demanda y, por tanto, su recaudación diaria. Una situación que empeora en aquellos países donde no se han establecido medidas que permitan a los profesionales quedarse en casa para amortiguar el duro golpe económico.

 

Esto no quiere decir que la crisis del Covid-19 no haya supuesto un importante golpe a la economía de cientos de miles de profesionales que han visto como su actividad se reducía prácticamente a cero como consecuencia de las medidas de confinamiento y de restricción a la movilidad. Desde la Taxi Europe Alliance señalan que a pesar de la drástica caída de la demanda, los taxistas europeos continúan ofreciendo un servicio público esencial, que garantiza, además, la seguridad y una movilidad urbana asequible.

 

“Es difícil ver cómo evolucionará la situación y es crucial promover la coordinación entre los diferentes países con el objetivo de compartir información con otros profesionales”, nos explica Loreno Bittarelli, vicepresidente de TEA. Desde esta organización europea están participando en diferentes iniciativas para pedir a las instituciones comunitarias que garanticen medidas de apoyo también para los autónomos.

Italia reclama mascarillas para los clientes 

Uno de los países más castigados por la pandemia ha sido Italia. Como consecuencia, tres taxistas,  Angiolino Masserdotti, Guuiseppe Allegri e Stefano Martini, han fallecido por Covid-19. Un acontecimiento que ha motivado que la Unione Radiotaxi d'Italia (URI) pida al gobierno que se imponga el uso de mascarillas también para los clientes y abandone “su posición liberal”. “Las muertes por coronavirus de los taxistas, nos requiere solicitar inmediatamente al Gobierno que disponga el uso obligatorio de las mascarillas necesarias para la prestación del servicio de taxi, y en respuesta a los hechos, debe dotar de mascarillas también a toda la clientela, no solo a los que trabajan”, puede leerse en un comunicado firmado por su presidente, Claudio Guidici.

 

Si bien es cierto que desde el Ministerio Italiano de Transporte se pidió a los profesionales que extremaran las medidas de seguridad, llevando mascarillas y guantes, no había suficientes equipos de protección que les permitiera salir a trabajar como debieran. Esto motivó que durante algunos conductores elaboraron de forma artesanal protectores de metacrilato para aislar los asientos delanteros de los traseros, esperando que este sistema redujera el riesgo de contagio.

 

La naturaleza del taxi italiano les obliga a prestar servicio en determinadas áreas, hospitales, estaciones, en caso de que alguien les necesite, como médicos, enfermeras, ancianos, farmacéuticos o aquellos que trabajan en el sector alimentario. Por lo tanto, “los taxistas no pueden optar por no salir”, han asegurado desde el sindicato de taxis Unione Radiotaxi d'Italia (URI). La situación es tan dramática que la caída de la demanda asciende al 95-99% en muchas zonas. “En ciudades más grandes, como Florencia, hay esperas de hasta 6 horas, incluso aunque solo el 10% de la flota esté operando. Muchos compañeros vuelven a sus casas sin haber podido hacer ni una carrera”, aseguran desde este mismo sindicato, que recalca que la situación es “aún más crítica” en las ciudades más pequeñas.

 

Desde la Union se pide a las administraciones “apoyo financiero para aquellos que aún deben continuar prestando el servicio, ya que es absolutamente antieconómico para ellos”. “Los taxis se está adaptando a la situación”, nos explica Guidici. Por ello muchos están ofreciéndose para el reparto de productos de primera necesidad. “Al principio hubo una gran demanda por parte de las farmacéuticas y de compañías de alimentación, pero los taxis no podíamos hacer ese servicio”. Por ello han trabajado para derogar las leyes que lo impedían y permitir a los taxistas realizar esta labor que, aclara el presidente de URI, solo se realiza para medicamentos y alimentos y solo durará mientras esté activado el estado de emergencia.

 

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