Desde el final del confinamiento impuesto por la pandemia del coronavirus, el sector del taxi de Zaragoza está siendo víctima de un aumento considerable de la violencia. Los profesionales denuncian un incremento de agresiones y estafas, lo que ocasiona que muchos taxistas decidan no trabajar en horario nocturno.
En declaraciones ofrecidas a El Periódico de Aragón, Marco Navarro, abogado de la Asociación Provincial de Auto-Taxi de Zaragoza, ha explicado que se están judicializando actualmente entre 10 y 20 agresiones al año, cuando antes de la pandemia eso no sucedía. La última agresión sufrida por un taxista en Zaragoza se produjo el pasado 23 de septiembre, cuando una mujer vomitó dentro de un taxi y el acompañante propinó una paliza al taxista.
Pero no solo se han incrementado las agresiones, también ha aumentado el número de estafas que sufren los taxistas. “Cada semana tenemos dos juicios con un usuario que se negó a pagar”, ha indicado Navarro al citado medio.
La peligrosidad y las amenazas preocupan mucho a los taxistas, que sienten una sensación de inseguridad a ciertas horas y esta situación está provocando que muchos taxistas se nieguen a prestar servicio por la noche./TAMBIÉN ES NOTICIA