Aunque la víctima no presentó denuncia en su momento, la Guardia Civil ha actuado de oficio al tener noticia a través de redes sociales de un posible intento de atraco a un taxista. En ambos casos el 'modus operandi' es siempre el mismo.
Según recogen diferentes medios, el presunto atracador normalmente actúa de día y suele llamar a un taxista de Pontevedra, para evitar ser reconocido por los de Poio, y pide que lo lleven a la ciudad. Después, trata de desviar la ruta hasta O Vao, donde los intimida con un arma blanca para conseguir el dinero.
El detenido, de 46 años y vecino del municipio de Poio, amenazó al taxista con un cuchillo de grandes dimensiones hasta conseguir la recaudación, además de advertirle de que no presentara ninguna denuncia.
Es precisamente este hecho, la ausencia de denuncia, la que ha propiciado que la Guardia Civil actuara de oficio cuando, a través de las redes sociales, se tuvo noticia de una alerta sobre un posible intento de atraco a un taxista en Poio. Según se ha podido saber, este taxista de recibió una llamada para efectuar un servicio desde Campelo a una céntrica calle de Pontevedra, que finalmente se negó a realizar.