Durante la noche del pasado domingo los Mossos d´Esquadra detuvieron a un taxista acusado de un delito contra la salud pública por, supuestamente, vender pequeñas cantidades de cocaína en el vehículo en el que trabajaba.
Según informa El Mundo, la detención se produjo de la manera más inesperada. El taxista había estacionado mal su coche en la calle Sicilia, cercana a la Sagrada Familia, y estaba causando problemas de tráfico. Esto inquietó a un agente de la policía local de Sant Adrià del Besòs, que estaba fuera de servicio y casualmente se encontraba por allí.
El agente en cuestión le llamó la atención y le pidió que desplazara el coche y dejara de congestionar la vía, pero el taxista, en lugar de apartar su coche, agredió al agente local, el cual ante la agresión decidió retenerlo hasta la llegada de los Mossos.
Antes de que llegaran, el taxista intentó liberarse de un paquete en el que posteriormente la policía localizó hasta ocho envoltorios con pequeñas cantidades de cocaína.