Han pasado ya diez años desde que, por primera vez en la historia de nuestro país, un español se convirtiera en campeón del mundo de Fórmula 1. En Brasil, en el revirado circuito de Interlagos, el asturiano Fernando Alonso se hacía con el título de campeón en 2005 después de una temporada espectacular con Renault.
El destino fue caprichoso y quiso que, al año siguiente, volviese a repetir hazaña en el trazado brasileño. El de 2006 fue un titulo mucho más disputado, con una lucha de infarto a final de temporada con el que, por aquel entonces, aún era considerado el rey de la Fórmula 1, el alemán Michael Schumacher.
El circuito de Brasil ha sido testigo en los últimos años de muchos desenlaces de títulos mundiales. Allí se proclamó campeón del mundo Kimi Raikkonen en el año 2007, tras la situación tensa y casi ridícula que vivió Mclaren con Alonso y el debutante Hamilton.
Precisamente Hamilton se convertiría en campeón del mundo al año siguiente. El título de la temporada 2008 se decidió en la última curva del circuito de Interlagos, cuando Hamilton adelantó al Toyota el alemán Timo Glock y le quitó el campeonato en el último instante al piloto local Felipe Massa, que ya lo estaba celebrando.
La última vez que el mundial se decidió en Brasil fue en el año 2012, cuando Sebastian Vettel se proclamó tricampeón del mundo por delante de un Fernando Alonso que había luchado toda la temporada con un coche que estaba lejos de ser el mejor de la parrilla.
Nada en juego
Este año, sin embargo, pocas cosas quedan por jugarse y la clara superioridad de Mercedes lima un poco las pretensiones del resto de pilotos. Además, muchas escuderías tienen los ojos puestos en la temporada que viene.
En cualquier caso se trata de una carrera que siempre trae sorpresas, sobre todo si la lluvia hace acto de presencia. Los pilotos tendrán que afrontar una dura carrera en un trazado orientado al sentido contrario de lo habitual en el Mundial.
El propio Alonso ya demostró en la comparecencia de prensa del día de ayer que su año prácticamente se ha dado por terminado. “Estoy en modo de reposo de cara al año 2016”, confesó el asturiano. “A parte de esos dos momentos, no creo que haya tenido la mejor temporada. Necesito mejorar el próximo año. Cuando compites por las primeras posiciones tienes más motivación y eso ayuda, por supuesto”.