Octavia Green, el primer prototipo eléctrico de Skoda

Con la vista puesta en la protección del medioambiente, Skoda presentó su primer prototipo eléctrico para un futuro más limpio. Teniendo en cuenta que aproximadamente, la mitad de la gente va a trabajar en coche y el 50% cubre un trayecto de menos de 10 kilómetros, el Škoda Octavia Green E Line tiene una autonomía de 140 km, suficiente para la mayoría de usuarios europeos.
La batería está ubicada bajo la zona central y posterior del suelo, y se extiende parcialmente hasta el maletero. Consiste en 180 pilas de iones de litio (150 mm de diámetro y 650 de longitud) que generan una energía de 26.5 kilowatios a la hora. Pesa aproximadamente unos 315 kilos y mueve el motor con una potencia constante de 60 Kw que puede llegar a un máximo de 85. El par motor máximo es de 270 Nm, que está disponible justo tras la puesta en marcha, genera la potencia que el coche eléctrico necesita para moverse y asegura que cuenta con la agilidad requerida para una aceleración flexible en el tráfico urbano. El Octavia eléctrico acelera de 0 a 100 en unos 12 segundos y su velocidad máxima está limitada a 135 km/h.
Los componentes que utilizan habitualmente la combustión del motor, como el aire acondicionado o la calefacción, están alimentados en este caso por electricidad. La instalación de la batería apenas afecta la capacidad de carga. En el compartimento de pasajeros, cuenta con cinco completos asientos de las mismas dimensiones que el Combi de motor de combustión. El volumen del portaequipajes es de 490 litros, unos 115 menos que en el modelo actual.
Recarga flexible
Cuando el suministro de energía se acerca a cero, la batería de iones de litio se recarga utilizando una conexión normalizada compatible con las existentes en toda Europa. Conectado a una red normal de 230 V, tarda 8 horas en recargarse, un tiempo que suele ser el que el vehículo permanece estacionado por la noche. Si está disponible corriente a 400 V, la recarga se puede realizar en cuatro horas gracias a la eficiencia de la unidad de control. La autonomía puede aumentarse con recargas cortas cuando el conductor se detiene a tomar un café o para comprar en el supermercado. El cable de conexión de recarga está situado en el hueco de la rejilla bajo el logo de Škoda, que puede levantarse, y bajo la tapa del actual depósito de combustible.
Con ese modelo, Škoda muestra su compromiso con la protección del medio ambiente y la movilidad sostenible. Los coches eléctricos pueden mejorar significativamente el medio ambiente y mejorar la calidad de vida para las generaciones futuras, especialmente en conjuntos urbanos.