“Es muy satisfactorio que los ciudadanos recuperen sus objetos perdidos”
La Oficina de Objetos Perdidos del Ayuntamiento de Madrid recibe cada día un buen número de objetos olvidados por sus dueños procedentes de diferentes lugares. En líneas generales, en esta sede situada cerca de la Plaza de Legazpi, se hace recepción de aquellos objetos procedentes de los distintos medios de transporte de la capital, así como de las cosas olvidadas en el aeropuerto o depositadas en los buzones de correos. El taxi, como no podía ser de otra manera, también participa en esta cadena que tiene como objetivo principal que las cosas regresen con sus dueños.
Cristina Molinero es responsable desde hace dos años de la Oficina y ha abierto las puertas de las instalaciones a La Gaceta del Taxi para conocer cómo es el día a día y cuál es el procedimiento de recuperación de un objeto perdido que llega a su sede. La Oficina lleva 30 años en funcionamiento y en ella trabajan diariamente un total de 14 personas.
Una vez a la semana, las distintas entidades de los medios de transporte vienen para depositar los objetos que se han perdido. La Oficina tiene convenios firmados con la Empresa Municipal de Transportes, Metro de Madrid o el aeropuerto (un día llegan objetos procedentes de la T4 y otro día del resto de terminales). Al margen de estas entidades, taxistas de Madrid depositan también los objetos que los usuarios se dejan olvidados en sus coches.
Los objetos perdidos, explica Cristina Molinero, pasan por el escáner y desde la oficina se comprueban, se almacenan en las estanterías y se introducen en el programa informático. Nos cuenta Cristina que, entre los objetos, las carteras es el que tienen más a mano porque es el de mayor fácil identificación porque al disponer en la mayoría de los casos de la documentación, es más fácil que las pueda recuperar el propietario.
La variedad de objetos perdidos es amplia y en las estanterías se colocan todas las cosas, clasificadas según su procedencia y fecha de entrada. “Solemos tener más accesibles los objetos procedentes de Metro y EMT y colocamos en altura los objetos del aeropuerto, que son los que se reclaman menos. Pero debemos decir que la mayoría de objetos almacenados procede del aeropuerto”, explica Molinero.
Según lo establecido legalmente, los objetos deben permanecer como mínimo dos años a disposición del usuario. “Si en esos dos años no los reclama el propietario, o no se le ha avisado porque no tenemos datos, o si se le ha avisado no ha venido a recogerlo o no hay hallador, entonces pasa a disposición municipal.
115.000 objetos almacenados
Por lo tanto, en el momento en el que hablamos con Cristina Molinero, hay objetos que permanecen desde hace más de dos años, concretamente “desde la fecha de finalización de exposición del anuncio de una relación genérica de objetos en el tablón de edictos, lo que supone que los objetos en realidad están dos años y un par de meses”.
Preguntada sobre el número de objetos perdidos que pueden acumular, la responsable de la Oficina nos explica que hay actualmente 115.000 objetos. “Los más habituales son objetos como carteras, dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, ordenadores, mochilas, gafas, llaves. Eso es lo más habitual”, explica. En el lado opuesto, el de los objetos más curiosos, Molinero afirma que han llegado a la Oficina desde un cáliz, hasta una persona que quería depositar una urna con cenizas.
El número de objetos que se reciben en la oficina depende o está directamente relacionado con la movilidad de la misma. “Con la pandemia hemos tenido un par de años que estábamos más tranquilos, pero ahora estamos recibiendo muchísimos objetos. Cuanto más movimiento tiene la ciudad, mucho más trabajo tenemos nosotros porque entran más objetos”, asegura. “La pérdida es estacional: en verano o periodos de vacaciones al haber más movimiento recibimos muchos más objetos”, afirma.
El procedimiento cuando algo llega a la oficina para recoger un objeto también nos lo explica Cristina Molinero en este reportaje. “Tenemos que tener constancia de que el objeto que estamos entregando se lo estamos dando el verdadero propietario. En el caso de los dispositivos electrónicos hay fórmulas como el PIN, el IMAI, o bien una factura de compra. Pero además también preguntamos la situación en la que se perdió el objeto, la fecha, las características del mismo. Necesitamos conocer detalles y cuadramos los datos nuestros almacenados con lo que nos proporciona la persona”, explica.
El taxi, uno de los sectores más entregadores
Uno de los sitios donde más olvidadiza también se vuelve la gente es encima de un taxi. Además, el sector tiene firmado un convenio con la Oficina y los propios taxistas son los “más entregadores” de cosas olvidadas.
“Los taxistas vienen mucho porque además tienen la obligación de depositar los objetos en la Oficina en un plazo de 48 a 72 horas. En lo que llevamos de año se han entregado más de 800 objetos por parte de los taxistas y luego procedente del taxi se devuelve aproximadamente un 30% a sus dueños”, explica Molinero.
“Cuando se pierde un objeto en un taxi, hay una aplicación, TX MAD, que se pueden descargar los clientes y si el taxista también la tiene a él le llega directamente el aviso. El usuario necesita saber o bien la matrícula del taxi o bien el número de licencia, pero debe antes descargarse la app”, avisa la responsable de la oficina, que reconoce que el taxista tiene un problema y es que, aunque un cliente pierda un objeto y sepa en qué taxi viajó, el profesional no puede controlar lo que hace el usuario inmediatamente posterior que contrata un servicio.
Sobre la falta de información que puede haber en la ciudadanía acerca de la existencia de la Oficina, Molinero asegura que llevan años intentando ampliar la comunicación. “A lo mejor nos faltaría un poco de difusión, pero ahora por ejemplo todos los meses publicamos la relación genérica de los objetos que han entrado en la oficina y además de hacerla en el Boletín y el Tablón de Edictos, también lo publicamos en la web municipal y en redes sociales como Twitter”.
En cualquier caso, Molinero recuerda que los ciudadanos pueden ponerse en contacto acudiendo directamente a la oficina, o enviando un correo electrónico a [email protected], donde se puede detallar el objeto perdido, y donde existe la obligación de contestar en un plazo no superior a 48 horas. También a través de la web municipal hay un formulario específico de objetos perdidos, o bien llamando al 010, un teléfono del Ayuntamiento que está disponible 24 horas los siete días de la semana.
Valor sentimental
Más allá del valor material de los objetos, una de las cosas que más valoran en la Oficina es el efecto sentimental de los mismos y la emoción de las personas al recuperar un objeto perdido. “Es muy satisfactorio el hecho de que la ciudadanía recupere un objeto, la gente se pone muy contenta y hace de nuestro trabajo un servicio agradecido. Es lo que más me gusta de mi trabajo”, indica Cristina Molinero, que por otro lado deja claro frente a la creencia popular que puede existir, que, en su experiencia, “la mayoría de la gente es honrada”.
Pasados los dos años legales que los objetos deben permanecer en la Oficina si no encuentran dueño, lo primero que se analiza es ver si dichos objetos pueden ser utilizados por otras dependencias municipales como la Policía Municipal, la Dirección general de Familia e Inclusión Social, o las bibliotecas municipales. “La idea es que los objetos tengan una segunda vida. Después, si no pueden ser aprovechados por dependencias municipales, se organizan subastas. El año pasado se subastaron hasta 2.000 objetos y el dinero recaudado va destinado a las arcas municipales”, explica la responsable de la Oficina.
Javier Izquierdo