¿Más velocidad en las autopistas?

Este puede ser el futuro del límite de velocidad en las autopistas después de que el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, se mostrara dispuesto a estudiar dicha medida. En su opinión, esta subida no afectaría a los índices de siniestralidad registrados en las carreteras.

Este puede ser el futuro del límite de velocidad en las autopistas después de que el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, se mostrara dispuesto a estudiar dicha medida. En su opinión, esta subida no afectaría a los índices de siniestralidad registrados en las carreteras.

Fernández Díaz, que comparecía por primera vez en la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible, explicó que el transporte es el responsable del 50% de las emisiones totales de gases contaminantes en los países desarrollados, por lo que antes de subir la velocidad en autopistas habría que analizar el impacto medioambiental que supondría.

Respondía así a la cuestión de un aumento de velocidad planteada por el diputado de CiU Jordi Jané, a quien recordaba, además, que España se está "gastando un dineral" en compra de derechos de emisiones, de acuerdo con su cumplimiento del Protocolo de Kioto.

Nuevo sistema para el cómputo de fallecidos

En su intervención el ministro también ha confirmado que se buscará una alternativa al actual sistema de cómputo de fallecidos en accidente de tráfico, tal y como adelantó la directora de Tráfico, María Seguí, para que se incluya en la cifra los muertos tanto en carretera como en ciudad y hasta 30 días después del siniestro. También se computarán los lesionados y se ha propuesto que las cifras anuales de muertos se hagan públicas el 30 de enero del año siguiente.

Por otro lado, Fernández Díaz anunció la puesta en marcha de un programa de detección de drogas similar al existente para el control de la alcoholemia. El ministro ha recordado que en 2011 se realizaron 705 controles de detección de drogas, de las que más del 51% dieron positivo, frente a los más de seis millones de pruebas de alcoholemia, con menos de un 2% de conductores bajo los efectos del alcohol.