“La mayoría del gremio rechaza la libranza obligatoria”

Entrevista con Jean Charles Chabot, nuevo presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos del Taxi (ATAT), organización representativa en Las Palmas de Gran Canaria.

Con más de 28 años de experiencia en el sector del taxi, primero trabajando como asalariado y más tarde como titular de licencia, Jean Charles Chabot se convirtió el pasado 25 de abril en el nuevo presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos del Taxi (ATAT) de Las Palmas de Gran Canaria.

Chabot consiguió 51 votos, seis más que la otra candidata, Juana María Jimenez Hernández, durante la asamblea en la que se decidió la nueva junta directiva de ATAT. Miembro de la Cooperativa de San Cristóbal, el nuevo presidente de la asociación de Las Palmas tiene como objetivos principales dar la vuelta a la difícil situación económica que atraviesa la entidad y acabar con el día de libranza obligatorio que está actualmente en vigor para el servicio de taxi.

La Gaceta del Taxi.- ¿Qué le llevó a presentarse a las elecciones para presidir la ATAT?

Jean Charles Chabot.- La verdad es que nunca antes había estado medito en el ámbito político ni en la representación del sector. Simplemente me dedicaba a trabajar el taxi. Lo que sucede es que tanto las personas que me acompañaron en las elecciones como yo le tenemos mucho cariño a esta asociación. Pertenecemos a una cooperativa, pero cuando vimos que nos estaban exponiendo que la situación de la asociación era bastante mala, cambiamos la actitud y dejamos de simplemente pagar las cuotas y ya. Nos expusieron que la asociación poco menos que iba a cerrar y decidimos que si no había nadie que se presentase para poder salvar la asociación nos presentaríamos nosotros.

G.T.- Pero además de ustedes, también se presentó otra plataforma.

J.C.C.- Una vez que dimitió el ex presidente Francisco Reyes, cuando fuimos a presentarnos también apareció otra plataforma y en la asamblea se tuvo que elegir entre las dos. Nosotros, de haber sabido que había otra gente interesada, no nos habríamos presentado, pero se dio la casualidad de que se presentaron justo después. Finalmente, el día de las elecciones salimos elegidos por una pequeña cantidad de votos para dirigir la entidad. Aunque debo decir que hay dos personas que integran la actual junta que pertenecían a la otra plataforma porque las elecciones son por una fórmula abierta.

G.T.- ¿Por qué consideran importante que se mantenga la ATAT?

J.C.C.- Estábamos interesados en esta asociación porque las cooperativas nos representan, pero siempre hemos pensado que la ATAT era la que ponía la cara delante de las administraciones. Creemos que las cooperativas no deberían estar tan enfocadas a la representación del sector a nivel político. Pero esto es una isla y las cooperativas, que son entidades comerciales con muchos medios económicos y tienen muchos socios, se han ido introduciendo en el tema de la representación y se quieren apoderar con todo. Hay dos cooperativas principales, una tiene 1.000 socios y la otra 700. En ATAT ahora mismo tenemos 350 socios y como ellas tienen el poder y los medios económicos, se quieren apoderar de todo y no estamos de acuerdo.

G.T.- ¿Hay socios en ATAT de las dos cooperativas?

J.C.C.- Tenemos socios de las dos cooperativas. Los vocales que han entrado de la otra plataforma son de una cooperativa distinta de la nuestra. Hay dos: la de San Cristóbal y la Cooperativa de Las Palmas. También hay gente en ATAT que no pertenece a ninguna de las dos, pero son pocos socios. Queremos mediar entre ellos con las administraciones y estamos abiertos más bien a la unión que a la desunión. Actualmente hay una cooperativa a la que no le gustamos porque el ex presidente pertenecía a esa, pero él ha dimitido y nos hemos presentado nosotros y es una guerra constante. Están intentando degradar ATAT y nosotros siempre hemos querido hacer las cosas con unión.

G.T.- ¿Pueden las cooperativas estar presentes en las reuniones con la administración?

J.C.C.- Normalmente a las mesas del taxi deben ir e iban las asociaciones. No sé por qué motivo, imagino que también por intereses del Ayuntamiento de Las Palmas que nos tiene totalmente abandonados y no piensa en la opinión de la mayoría, se cambió esa tendencia. Tenemos una mesa en la que se reúnen todos, pero luego nos encontramos con el concejal de transportes que hace reuniones con otras cooperativas. Llevamos casi cuatro meses al frente de ATAT y el concejal aún estoy esperando que me responda. Le hemos enviado mensajes, emitido escritos por registro en el Ayuntamiento sobre las peticiones del sector y ni responde ni llama. Para él el transporte público es la guagua, el taxi no existe como servicio público para él, aunque dependa del Consistorio. No sabemos por qué intereses tiende a fomentar y facilitar el trabajo de la guagua en contra del taxi. Pero debe pensar que hay gente que prefiere o necesita un taxi para moverse hasta la puerta de sus casas, como por ejemplo las personas mayores.

G.T.- Por lo que comenta, la relación con el Ayuntamiento no es la mejor.

J.C.C.- La relación es nula. No hay ni mal ni buen rollo. Con el concejal directamente no hay relación. El Ayuntamiento no se ha gastado un duro en el taxi, ni siquiera ha pagado los estudios económicos para las tarifas, que lo han pagado las cooperativas. Lo único que ha hecho ha sido dividir al sector y hacer caso a sus amigos y hacer lo que ellos quieren. Los problemas de los taxistas de la calle no le interesan porque los consideran secundarios.

G.T.- Uno de los motivos que los llevó a presentarse a dirigir ATAT fue su difícil situación económica que atraviesa la asociación, ¿qué soluciones ven en el corto y medio plazo?

J.C.C.- Si pudiésemos captar socios sería lo ideal.  En la asociación tenemos gestoría y si llegásemos a los 500 socios sobreviviríamos fácilmente, porque ahora los problemas económicos han dejado a la asociación en una situación muy mala. Estamos intentando sacarla a flote, hemos tenido que hacer una derrama y subir las cuotas. Pero tenemos que cambiar la mentalidad de los socios que se han ido porque se limitaban a pensar que era un coste adicional. Queremos que el socio piense de nosotros que estamos aquí para trabajar y sacar esto hacia delante. Estamos buscando fórmulas y escuchamos todas las ideas con mucho interés. Pero no podemos desprendernos de la gestoría porque contamos con dos trabajadoras maravillosas que hacen que incluso socios de las cooperativas hayan venido a ATAT por su buen hacer para solucionar problemas. Por otro lado, quiero dejar claro que el tesorero, el secretario y el presidente no estamos cobrando ni un solo euro. Nos sacrificamos, no porque nos sintamos obligados, pero en esta situación económica lo dejamos ahí y ya está. Mejor actitud que esa no puede haber. Eso demuestra que estamos ahí por la ATAT y no por intereses propios. Nadie nos puede decir que estamos robando o que no estamos haciendo nada.

G.T.- ¿Qué sucede con el día de libranza en el taxi de Las Palmas de Gran Canaria?

J.C.C.- Con el día de libranza obligatorio se llevó a cabo una votación en la ATAT. En ese momento quedó aprobado, pero desde ATAT se dijo que tenían 800 socios y que todos esos taxistas estaban de acuerdo y a favor del día libre, además de los 1.000 socios de la Cooperativa de Las Palmas y otra pequeña asociación. Ahí quedó aprobado ese día libre. Sin embargo, al entrar nosotros en la directiva de ATAT, viendo que en realidad tenemos 350 socios y que han hecho una política de bulos, enviamos un escrito al Ayuntamiento diciendo que no estábamos de acuerdo con la decisión de imponer días de libranza obligatorio. Celebramos una asamblea y sobre un resultado de 99 votos, 70 se opusieron al día libre y 29 se manifestaron a favor. La Cooperativa de Las Palmas hizo justo antes de su asamblea anual una consulta a los socios si querían o no la prueba de la libranza y la mayoría lo rechazó. Ahora mismo tenemos un frente común compuesto por ATAT, Asprotac, los asalariados, las emisoras y la Cooperativa de San Cristóbal. Hemos demostrado que la mayoría del gremio no quiere que se imponga el día libre. Estamos dispuestos a que se regule cuando haga falta, pero no a que nos impongan los días que tenemos que librar. Además, a nivel personal, estoy ya cansado de este asunto porque hay otros temas muy importantes como la seguridad, el otro día apuñalaron a un compañero y no se habla. Soy anti manifestaciones pero no descartamos las protestas si no nos escuchan ni responden.

G.T.- Hablaba del problema de la seguridad. Algo que en la península también está dando de qué hablar. ¿Notan que tras la pandemia la gente se ha vuelto más problemática con los taxistas?

J.C.C.- Hemos notado que la gente está muy agresiva tras la pandemia. La gente, cuando está alcoholizada o drogada suele estar más agresiva, pero ahora en estado normal ya lo están. El encierro ha generado problemas psicológicos que no se han subsanado y creo que la gente está un poco fuera de sí. Nosotros, al estar al pie de calle, sentimos el nerviosismo de la gente en primera persona. Las personas se enfadan por cualquier cosa. Y como a los políticos parece que solo le importan las estadísticas, animo a todos los taxistas que han sufrido episodios de violencia a que acudan a las comisarias a denunciarlo y no se quede en el olvido. Así, con datos de denuncias, veremos si las ciudades están más o menos seguras. Y hay otra cosa que se nos olvida en este asunto, y es que en muchas ocasiones el profesional genera problemas psicológicos para trabajar en el taxi por miedo.