SCAT se prepara para el futuro con la compra de una nueva sede
¿Cómo serán los taxis del futuro? ¿Estaremos ante flotas cero emisiones? ¿Seguirán apostando por los híbridos? ¿O serán los combustibles sintéticos los que terminen por hacerse con el mercado? Sin saber todavía hacia dónde irá definitivamente el mundo de la automoción y del taxi, pero con la vista puesta en todas las opciones que pudieran estar por llegar, la Cooperativa del Taxi madrileña ha adquirido una nueva delegación en Medina de Pomar, 2.
La compra, formalizada el pasado 29 de septiembre, contó con el respaldo de la mayoría de los socios, a quienes se presentó el proyecto en una asamblea extraordinaria celebrada en el mes de septiembre en la que se explicaron los motivos por los que el Consejo Rector ha decidido dar este paso estratégico.
Y es que las ventas de carburantes, principalmente de GLP, entre los socios de Cooperativa, ha crecido exponencialmente en los últimos años. De acuerdo con las cifras expuestas, "actualmente Cooperativa vende el 2% del total de GLP a granel que se vende en Madrid", informó Leonardo Movilla, presidente de la Cooperativa. Además, la tasa de renovación por vehículos híbridos, muchos de ellos con una transformación a GLP, ha crecido en los últimos años. "Solo en el último año se han realizado 120 transformaciones en nuestras instalaciones", señaló.
Junto a estos datos, el presidente arroja otras cifras a tener en cuenta. En los últimos años, unos 8.000 socios de los 12.000 aproximados que tiene la Cooperativa echaron combustible en sus instalaciones en algún momento de 2022 y solamente 2.500 lo hicieron hasta llegar al tope de litros que les da el cambio de tarifa gratuito. “Esto quiere decir que tenemos 5.500 que echan alguna vez o una vez a la semana, porque no estamos en su ruta ni cerca de su domicilio pero que cuando pasan o se acerca a cualquier de nuestras instalaciones consumen. El producto les resulta interesante pero no lo tienen a mano”, analizó Movilla.
"Buscando una solución a este problema, consideramos que la mejor opción era adquirir una nueva sede, más grande, que nos permita no sólo instalar más puntos de repostaje sino, también, contar con un espacio para lo que pueda venir en el futuro", insistió el presidente, mencionando, por ejemplo, el desarrollo del hidrógeno, los combustibles sintéticos o el vehículo eléctrico.
“Queremos dotar a la Cooperativa de un espacio que esté abierto a lo que está por venir, porque la realidad es que a día de hoy no lo sabemos. Pero mientras dure el gas, nos permitirá sufragar esta compra y dentro de diez o doce años, cuando sepamos realmente hacia dónde nos dirigimos, proporcionaremos a la entidad una posibilidad de enfrentarse a lo que sea con unas instalaciones adecuadas”.
Una obra en tres fases
La nueva delegación, situada en la zona de Barajas, dispone de más de 6.000m2, y la Cooperativa ya ha anunciado que habrá que esperar al menos tres años antes de que su actividad pueda estar al 100%. “Hacer una estimación de tiempo de algo donde el Ayuntamiento nos tiene que dar permisos puede ser complicado. Y nuestra experiencia nos indica que es mejor no dar fechas concretas, si bien es cierto que según la experiencia de las empresas constructoras con las que hemos estado en contacto estos meses, estiman unos 6 meses para demoler, que es cuando empezaría la obra”.
La obra se desarrollará en tres fases diferenciadas. Una primera fase de demolición, la fase de construcción de la gasolinera y después en un tercer proyecto con la construcción del lavadero, el garaje en el que se instalarán puntos de carga eléctrica y un taller de mecánica rápida. “El motivo de separarlo en tres fases es lo que nos ha indicado la experiencia”, explicó Movilla, “es porque los permisos del lavadero pueden retrasarse más de lo habitual, como ya nos ha sucedido en otras ocasiones, y no queremos que eso nos impida abrir la estación de servicio”.
Pero, ¿qué pasa con el taxi eléctrico?
Es inevitable plantearse qué sucederá con el vehículo eléctrico en esta nueva sede de Cooperativa. Sin embargo, aunque está prevista la instalación de varios puntos de recarga, Movilla tiene claro que desde la llegada del primer vehículo eléctrico al taxi hace más de una década, apenas el 2,6% de la flota de Madrid es un taxi CERO. En su opinión, la inversión que las petroleras han realizado para posicionar el GLP o el GNC dentro del mercado no está teniendo su réplica entre las energéticas. “Hay que amortiguar el coste término de potencia, no es suficiente con la subvención de un punto de carga”, protestó Movilla.
“Hemos tenido cierto protagonismo para que algunas tecnologías crezcan dentro del taxi”, aseguró. “Por ejemplo, desde que Cooperativa instaló los surtidores de GNC en 2018, la evolución ha sido muy grande. De hecho, en un año y medio y sin ayuda de nadie, hemos sido capaces de ahorrarle a la ciudad de Madrid casi 13 millones de kg de CO2”, insistió Movilla, para quien, además, hay otro problema que impide precisamente la penetración del vehículo eléctrico en el taxi. “Al taxista que apuesta por un vehículo de GLP o GNC su Cooperativa le da seguridad, porque tiene donde repostar, porque sabe que en sus talleres podrán atenderle y eso, a día de hoy, no sucede con el vehículo eléctrico, porque tampoco los fabricantes nos dejan hacer nada en sus coches”.
En este sentido, explica que las actualizaciones de software se tienen que hacer a través de una herramienta online desde un concesionario oficial. “Si no entienden que ese vehículo se destina a un profesional, que tiene un taller de confianza donde se le prioriza y no se permite a esos talleres trabajar en estas cuestiones, será muy complicado que el taxista apueste por el eléctrico”.
No obstante, a pesar de los inconvenientes, está previsto que en el sótano de la nueva sede haya espacio suficiente para unas 28 plazas de aparcamiento donde ser irán poniendo puntos de carga rápida en función de cómo evolucione la flota. “Tampoco queremos meter a la Cooperativa en gastos fijos como son los términos de potencia de luz que no tengan un retorno si no inminente, al menos en el corto plazo”. “Si quieren que el taxi eléctrico sea una realidad, deberían ofrecernos reducciones sobre el consumo, que su inversión sea fomentar y penetrar en este nuevo mercado”, concluyó.
De momento, habrá que esperar a ver la evolución de los vehículos dentro del sector, cuánto durarán los actuales motores de combustión y si el hidrógeno o el eléctrico serán, realmente, las opciones del futuro. Mientras esto llega, Cooperativa espera poder ofrecer a sus socios de todos los servicios que necesiten allí donde los necesiten en esta nueva delegación./TAMBIÉN ES NOTICIA
Olga Lobo