El taxista que apuñaló a un compañero en Cartagena queda libre con cargos

El juez de guardia ha dejado en libertad pero imputado por un delito de lesiones al taxista de 67 que asestó una puñalada en el muslo a un compañero e hirió en la mano a otro a causa de una disputa por las carreras de unos clientes.

Según informó el Tribunal Superior de Justicia de Murcia, el caso se vio en el Juzgado de Instrucción 4 pero la investigación la llevará el 3.

El enfrentamiento entre estos tres taxistas se originó por un servicio en un polígono industrial de Cartagena. El agresor, J.C. de 67 años, explican los dos taxistas agredidos, había realizado una maniobra cerca del polígono Cabezo Beaza para quedarse con dos clientes que ya se les había sido asignado a ellos por radioteléfono.

El día después, a modo de escarmiento, estos dos taxistas dijeron por radio al otro que necesitaban su ayuda para una carrera, para que así cuando este llegase pudieran reprocharle su comportamiento del día anterior. Pero lejos de ser una conversación civilizada entre profesionales, el ambiente desembocó en un forcejeo y el agresor esgrimió una navaja, que llevaba en el bolsillo de su camisa. A uno de sus compañeros le asestó un corte de 12 centímetros en la cara interna del muslo, aprovechando que en un momento cayera al suelo; y al otro, que intentó separarles, le dejó varias marcas en una mano.

 Rápidamente acudieron los servicios de urgencia, que atendieron al herido de mayor gravedad y le trasladaron al hospital de Santa Lucía, donde fue operado. Medios locales informan que está grave pero estable, y que no se teme por su vida.

 El presidente de RT quita hierro al asunto

 El responsable de la Asociación Unión Radio Taxi de Cartagena, Isidoro Esturpina, explicó que “aunque en los últimos cinco años las carreras han caído alrededor de un 60%, los taxistas son gente pacífica y no se pelean por conseguir clientes”.

 Respecto al taxista que asestó la puñalada a su compañero de profesión, Esturpina explicó que, al parecer, la riña fue porque el agresor pudo verse acorralado y perder los nervios, pero que en ningún caso es un hombre agresivo ni violento. “Si me hubiera ocurrido a mí, no se cómo hubiera reaccionado”, argumentó el responsable de la radioemisora.