Desde el pasado 26 de agosto, para ser taxista en Nueva York no será necesario hablar inglés. El Ayuntamiento de la ciudad cree que las nuevas tecnologías permiten una buena comunicación entre cliente y conductor sin necesidad de compartir el mismo idioma.
Por ello, y con la intención de facilitar el acceso al sector, el concejal Ydanis Rodríguez, que fue taxista durante años, ha impulsado esta medida, aprobada en abril y que se ha puesto en marcha cuatro meses después. El objetivo, aumentar el número de conductores y mejorar el servicio de taxi en una ciudad en la que a ciertas horas y en determinados lugares es imposible encontrar un taxi.
La polémica medida ha recibido críticas tanto a favor como en contra, ya que son muchos conductores, y también usuarios, que consideran imprescindible que un taxista hable el idioma de la ciudad en la que trabaja. Para ello, desde la Comisión de Taxis y Limusinas, ofrecerán cursos de inglés para extranjeros.
Según datos oficiales, en los 144.000 taxis y VTCs que trabajan en la ciudad, el 96% de los conductores son inmigrantes. Concretamente, entre los taxis amarillos, el 24% nacieron en Bangladesh, el 10% en Pakistan y un 8% en India, mientras entre los vehículos de alquiler con conductor, el 50% son dominicanos.