Durante el procedimiento judicial contra Uber, que arrancó la semana pasada en Paris, tres asociaciones de taxistas francesas han pedido 100 millones de indemnización a la compañía californiana por el supuesto lucro cesante que les causó su aplicación cuando estuvo activa en territorio galo.
UberPop, servicio de la empresa americana que fue suspendido en julio de 2015, estuvo operativo en Francia desde febrero de 2014. Ahora, sin embargo, tanto el director general de Uber en Francia, Thibault Simphal, como el director de Uber en Europa Occidental, Pierre-Dimitri Gore-Coty, se enfrentan a la acusación de incurrir en una serie de delitos al facilitar el contacto entre personas que solicitan un servicio de transporte y personas que ofrecen ese servicio con ánimo de lucro sin la correspondiente licencia.
Entre los cargos que se han presentado en contra de estos dos directivos se incluyen: la ejecución de prácticas comerciales engañosas, complicidad en el funcionamiento de un servicio de transporte ilegal, organización de un servicio de taxi de manera ilegal y recopilación de datos de clientes de forma ilegal.
De ser declarados culpables, podrían enfrentarse a penas de hasta dos años de prisión y una multa de 300.000 euros. La empresa, por su lado, también se podría enfrentar a una multa de hasta 1,5 millones de euros, informa TheLocal.fr.
Pero la petición de los taxistas va mucho más allá y tres asociaciones sindicales del taxi francés han solicitado 100 millones de euros en forma de compensación por los daños causados.
La decisión está aún pendiente de tomar por parte de los tribunales pero, de dar la razón a los taxistas, el golpe económico para la compañía californiana podría resultar irrecuperable.
Por su parte, Travis Kalanick, fundador de Uber, ha explicado en un comunicado que el servicio que se ofrecía en Francia “podría contribuir de manera significativa a mejorar la calidad de vida y el bienestar general”.
En imagen, taxistas durante las protestas de París de finales del mes de enero.