El colectivo de taxistas de Nueva York ha decidido presentar una demanda contra la propia ciudad y la agencia que regula la concesión de las licencias. Esto supone un cambio de planes en la lucha que mantienen contra la empresa Uber, principal causante de la devaluación del taxi, pues en esta ocasión no han llevado a los tribunales a la compañía.
La demanda, presentada en la corte federal de Manhattan el pasado lunes, parte de la base de que los famosos taxis amarillos neoyorkinos solo tienen la posibilidad de recoger clientes que levantan el brazo, mientras que Uber no encuentra limitación a través de su aplicación. De ahí que los propietarios de los taxis acusen a las autoridades públicas de haber arruinado al sector permitiendo la disrupción de este tipo de compañías.
Atendiendo a declaraciones reflejadas en la demanda y recogidas por el diario El País, desde el sector consideran que existe un trato arbitrario en el negocio a favor de este tipo de aplicaciones. “Se está creando un daño catastrófico a nuestra industria y a la vida de decenas de miles de familias que dependen de ella”.
Desde la llegada de Uber a mediados del año 2011, el precio del permiso para poder acceder a un taxi se ha desplomado un 40%. Además, pasados estos cuatro años, el número de coches negros de Uber ya es mayor que el de taxis amarillos.
Esta acción judicial en Nueva York ha coincidido en el tiempo con la recomendación de dos jueces de Pensilvania de imponer una multa de 50 millones de dólares contra Uber. Esta propuesta fue rechazada por los magistrados al considerar que Uber está “desempeñando un papel cada más activo como servicio de tranporte.